A fecha de hoy hay tradiciones que no se entienden mucho, aun así, se hacen. Cada pueblo tiene la suya y las comunidades autónomas tampoco se quedan atrás. Cataluña tiene las suyas, claro y, en pleno 2023, celebrarlas no hace otra cosa que reforzar sus costumbres.
Uno podría mencionar las fiestas de Gràcia, cuando las calles de este barrio de Barcelona transforman en un espectáculo de creatividad y comunidad en el que los vecinos se unen para decorar sus calles de una temática concreta. Todo ello con materiales reciclables. La Mercè también ha regresado con fuerza tras la pandemia, con grandes conciertos multitudinarios.
Castellers
Las ya citadas se circunscriben sólo a Barcelona, pero hay otras que afectan a toda Cataluña y que ayudan a consolidar las tradiciones y hacer piña. Y nada mejor que eso que los Castellers. Las torres humanas son una costumbre muy arraigada. No todos lo entienden, pero los catalanes aseguran que ilustra a la perfección el espíritu del territorio.
El hecho de que un grupo de gente con fajas forme una base humana sobre la que elevar una estructura hecha por hombres, a cuál más complicada al que se sube un menor para coronarlo, dice mucho. ¿Espíritu de superación? ¿Sentimiento de equipo? ¿Apostar por lo imposible? ¿Levantarse de nuevo tras caer en repetidas ocasiones?
La Castañada y los 'panellets'
A pesar de quedar cada año que pasa Halloween se impone a esta tradición, la castañera vuelve. Lo hace con sus castañas calientes, a pesar de que cada vez hace más calor, pero es que era la comida que se comía en el día de difuntos. De allí que se trate de mantener, para no olvidar que el 31 de octubre es el día de muertos y el 1 de agosto el de Todos los Santos.
Y para estas fechas, e incluso desde mucho antes y después, las panaderías y las pastelerías, pero también los aficionados a la repostería, se dedican a hacer panellets. Se trata de una especie de pastel diminuto de boniato, patata y almendra envuelta en piñones (aunque cada vez lo hacen de diferentes ingredientes). En el año 2023, como cada año, los maestros pasteleros catalanes están decididos a sorprender a los amantes de los panellets con nuevas creaciones y sabores innovadores.
El Caga Tió y el Caganer
Sí, es un tronco al que se le pinta unos ojos y una boca y se alimenta del 1 de diciembre hasta la Navidad para, supuestamente, engordarlo. Y todo con un objetivo: hacerle cagar regalos mientras un niño o niña le golpea con palo al ritmo de una canción. ¿Les suena extraño? ¿Violento? Puede ser, pero lo cierto es que a los más pequeños de la casa les encanta esta tradición.
Pero si esto resulta extraño, la figurita del Caganer es complicado de explicar a cualquier católico de fuera de nuestras fronteras. Se trata de un personaje que se pone en el Belén y se oculta para que los invitados traten de encontrarlo cuando lleguen a casa. Este año, como siempre, se espera que esta figurita reaparezca en los mercados navideños con alguna cara nueva de algún nuevo personaje de moda. ¿Volverá a arrasar Messi? Todo apunta a que Jenni Hermoso, Rubiales o Feijóo puedan ser las principales novedades. Así es más fácil renovar la tradición.