La Toscana catalana es una región pintoresca ubicada en la provincia de Girona, en Cataluña. Es conocida por sus impresionantes paisajes, por sus encantadores pueblos medievales y por su rica herencia cultural, que atrae a visitantes de todo el mundo en busca de una experiencia única.
Este apodo evoca la belleza y el encanto de la región italiana de la Toscana, pero la Toscana catalana tiene su propio carácter distintivo y su encanto único. Sus suaves colinas cubiertas de viñedos y olivares, sus campos dorados salpicados de cipreses y sus pintorescos pueblos de piedra crean un paisaje que parece sacado de una postal.
¿A quién no le gustaría visitar la bella Toscana italiana? Nosotros te proponemos un destino mucho más cercano y más barato, en la propia Cataluña. ¿Cuál es la comarca a la que se le denomina la Toscana catalana y por qué?
Los pueblos de la toscana catalana
Vulpellac, Cruïlles, Torroella de Montgrí, Rupià, Corçà… y otras tantas que forman la ruta medieval de esta comarca que está "atrapada" en la Edad Media y que desafia al paso del tiempo.
La ruta empezaría en Pals, el pueblo más conocido de este conjunto que está, impecablemente, conservado y que esconde un trazado de callejuelas empedradas que conducen a un castillo. Desde la Torre de las Horas, construida entre los siglos XI-XIII y desde el mirador de Josep Pla se disfruta de unas vistas fabulosas que llegan hasta las playas.
Púbol es el más diminuto de los pueblos y, también, el más surrealista, puesto que aquí reside uno de los vértices del llamado Triángulo Daliniano. La aldea merece un paseo por su coqueto entramado, donde se encuentra el Castillo de Púbol, el que regaló el pintor Dalí a su amada Gala.
Más pueblos
Seguiremos por Gualta, el pueblo menos conocido que atesora otra de las imágenes icónicas del Baix Empordà: el puente románico sobre el río Daró, que data del siglo XVI y cuyo pavimento exhibe ciertas marcas que se corresponden con las ruedas de los carros que antaño lo cruzaban a diario transportando mercancías y rebaños.
En Ullastret destaca un conjunto arqueológico que permite conocer de primera mano el impacto de la cultura ibérica en la zona nordeste de Cataluña.
Otra grata sorpresa es Palau Sator, un pueblo amurallado y con calles circulares que giran en torno a la plaza del castillo. Compite en encanto con Monells y su magnífica plaza porticada, pueblo que goza desde hace unos años de una sorprendente fama: la que le otorgó ser el escenario de la película Ocho apellidos catalanes.
Para visitar la Toscana catalana se conviene evitar los meses de invierno, si no quieres encontrarte calma y soledad, según las preferencias de cada uno, ¡claro! Sin embargo, la comarca, es obvio, que en verano está más animada. Lo ideal es que, estos pueblos, se encuentran a una hora y media de Barcelona y a 45 minutos de Girona.
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