El cambio climático no deja de notarse en Cataluña. Hasta los más descreídos sobre el supuesto apocalipsis que vaticinaban algunos hace años, empiezan a tener en cuenta hasta las teorías sobre la desaparición de Barcelona absorbida por el Mediterráneo.

A tanto no se ha llegado, aunque las costas catalanas han perdido metros de arena comidos por el mar. Lo que sí se nota ya es la desertización del territorio. Unió de Pagesos ha calculado pérdidas de la cosecha de fruta dulce entre el 70 y el 100% en algunas partes del territorio. Los pantanos están al 22,08% de su capacidad y nada parece mejorar.

Situación en el Ebro

Los mapas de previsión para las próximas semanas prevén la moderación de las temperaturas, pero no se ven lluvias en un horizonte cercano. Mientras, el Ebro se seca.

El volumen de agua embalsada en los pantanos de la cuenca del río con más caudal de toda España se sitúa en el 35 % de su capacidad. De los 7.961 que pueden albergar en su totalidad se han quedado con 2.735 hectómetros cúbicos. En sólo una semana han perdido 169 hectómetros cúbicos, lo que supone 1 %. El goteo, a pesar del oxímoron, es constante.

Las cifras

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), afirmaba en la misma semana del año pasado la situación era de 2.892 hectómetros cúbicos, lo que suponía un 37 % de la capacidad total. El cambio puede parecer menor, pero si uno observa el promedio de los últimos cinco años (2018-2022) era del 52 % con 4.046 hm3.

La situación es preocupante. La reserva de agua embalsada no supera el promedio de los últimos cinco años y se encuentra también por debajo de la cifra del pasado año y de la del mínimo, que se produjo en el año 2022, con 2.892 hm3 y el 37 %.

El resto de pantanos 

Estos datos tienen también su efecto en las casas. La energía hidroeléctrica potencial en esta fecha es de 1.352 GWh, lo que representa el 30 % de la capacidad máxima de la cuenca. Con estos registros muchos se preparan lo peor.

Los embalses de la cuenca del Ebro no son los únicos que sufren las consecuencias del cambio climático y las sequías. En concreto, el embalse de Darnius Boadella se encuentra ahora al 16,48% de su capacidad; el de Sau, al 18,30%; Susqueda, al 23,03%; La Baells, al 28,59%; La Llosa del Cavall, al 22,36%; Sant Ponç, al 30,37%; Foix, al 53,77%; Siurana, al 4,61%, y Riudecanyes, al 4,70%.

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