Esta es la villa medieval más curiosa de Lleida: monasterios, montaña, danzas y mucha sal
Hoy te resumimos los encantos de Gerri de la Sal.
10 septiembre, 2023 18:48Noticias relacionadas
Gerri de la Sal, situada en la vertiente norte de El Pallars Sobirà en Lleida, es una encantadora villa medieval que destaca por su riqueza patrimonial tanto en términos arquitectónicos como industriales. Entre sus joyas se encuentran el Monasterio de Santa María y el Real Alfolí de la Sal.
Los encantos de Gerri de la Sal
Esta villa amurallada ha conservado su estructura original a lo largo del tiempo. Sus calles aún atestiguan la historia con dos torres utilizadas antiguamente para supervisar las salinas y una torre que servía como prisión. Uno de los tesoros más notables es el imponente Almacén de la Sal o Real Alfolí, que ostenta el título de edificio civil más grande de la comarca y que en el pasado albergaba las reservas de sal. En la actualidad, este edificio alberga el Museo de la Sal, parte integral de la red de museos del Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña.
Las Salinas han sido durante mucho tiempo el pilar económico de la localidad. La sal se extrae mediante el tradicional método de evaporación, donde el agua salada se deposita en grandes piscinas para que repose. Luego, se traslada a piscinas más pequeñas y el sol desempeña su papel. El calor provoca la evaporación del agua, dejando la sal en la superficie, lista para su recolección y secado.
Gerri de la Sal también es rica en patrimonio cultural, con vestigios del puro estilo románico catalán. El Monasterio de Santa María, construido en el siglo XII, destaca por su arquitectura románica y su campanario de tres pisos. El interior de la abadía ofrece una colección de curiosidades de la época y valiosas pinturas góticas.
Los alrededores de Gerri de la Sal
Para los amantes de la naturaleza, Gerri de la Sal cuenta con un vivero que funciona como centro de interpretación de los Espacios Naturales de las Sierras Prepirnaicas Pallaresas. El vivero se divide en tres áreas, cada una enfocada en diferentes aspectos del entorno natural de la región.
La localidad también preserva diversas tradiciones, como el Baile de la Morisca, que se celebra en el tercer domingo de agosto. Durante la Pascua de Pentecostés, se lleva a cabo la romería de Esplá, donde los habitantes locales se reúnen en la montaña de Pentina para compartir comidas y danzas, seguidas de una merienda en la fuente de Comacalent.
La degustación culinaria se convierte en un verdadero regalo para el sentido del gusto, donde se destacan los embutidos y quesos de la más alta calidad. El cordero preparado en cazuela o en su versión 'palpís' se erige como una auténtica delicia, al igual que el arroz con setas que deleita a los comensales. Asimismo, la perdiz, la liebre y el ciervo son ingredientes muy valorados en esta experiencia gastronómica.
Este deleite culinario se encuentra enclavado en el Monasterio de Santa María, ubicado en Gerri de la Sal, un lugar que invita a explorar la historia y la cultura. Mientras que, para el cierre perfecto, los postres como el mostillo y las exquisitas pastas artesanales se presentan como elecciones idóneas, sin olvidar la compañía del vino para realzar aún más esta experiencia gastronómica única.