Este es el pueblo medieval más bello de la Costa Brava: castillos, excursiones, calles serpenteantes

La Costa Brava, un rincón de Cataluña con gran encanto, alberga uno de los pueblos más cautivadores de la región. Nos referimos a Pals, una villa situada en la provincia de Girona que deslumbra a sus visitantes con su impecable conservación y un entramado urbano que nos transporta directamente a la esencia medieval.

Los encantos de Pals

El casco histórico de Pals, de estilo gótico, emerge como el punto culminante de esta localidad. Recorrer sus calles adoquinadas es una experiencia única, sin duda, uno de los mejores planes para quienes deseen escapar de la bulliciosa Barcelona y sumergirse en la historia.

Ubicado en lo alto de la colina de Puig Aspre, el municipio de Pals se extiende desde su núcleo urbano hasta la costa, donde se despliega una playa de más de 2.400 metros de extensión, ideal para la práctica de deportes acuáticos. Rodeando el pueblo, se abren los campos de arroz, añadiendo un toque bucólico a este pintoresco lugar.

El valioso patrimonio arquitectónico de Pals se concentra en su recinto amurallado, compuesto por calles empedradas y edificios históricos. Este núcleo de origen gótico, conocido como El Pedró, deslumbra con sus fachadas de arenisca, bóvedas, arcos de herradura y portaladas. Entre los lugares imprescindibles, destacan los restos del antiguo castillo, donde se conserva la torre del homenaje, la Plaza Mayor y la iglesia de Sant Pere de Pals.

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Qué ver en Pals

Pero la belleza de Pals no se limita a su casco histórico. La villa también cuenta con un conjunto de masías pintorescas, como el Mas Roig, la Torre Mora y el Cap dels Anyells. Además, explorando sus alrededores, se llega al Mirador Josep Pla, desde donde se puede contemplar una panorámica espectacular de los paisajes del Baix Empordà, el macizo del Montgrí, el Mar Mediterráneo y las Islas Medas.

Para los amantes de la naturaleza, Pals ofrece emocionantes excursiones por los campos de arroz y caminos que serpentean entre ellos, ideales para paseos a pie o en bicicleta. Aquellos que buscan una aventura más desafiante pueden aventurarse en la ascensión al macizo de Quermany.

Cómo llegar a Pals

En cuanto a la accesibilidad, desde la ciudad de Girona, el trayecto hasta Pals es de aproximadamente 45 minutos por la carretera C-66, mientras que desde Barcelona, la distancia se extiende alrededor de 1 hora y 30 minutos por la autopista AP-7. Pals se erige como un destino ineludible para quienes deseen sumergirse en la historia medieval de Cataluña y disfrutar de la belleza natural de la Costa Brava.