Esta es la idílica 'villa de las 3 mentiras' de Cantabria: tiene las cuevas más famosas de España

A pesar de que el verano se acerca a su fin, la tentación de escapar de Cataluña y descubrir las maravillas del norte de España sigue siendo irresistiblemente atractiva, ya sea en agosto, septiembre o octubre.

En el municipio que alberga la villa que protagoniza nuestra historia, encontramos una peculiaridad: aunque el municipio tiene acceso al mar, la villa en sí misma no lo posee. Esta contradicción ha llevado a la localidad a ser conocida como "la villa de las tres mentiras".

Los encantos de 'la villa de las tres mentiras'

¿Cuáles son esas tres mentiras? Según un dicho popular, esta villa "ni es santa, ni llana, ni tiene mar". Así es, nos referimos a Santillana del Mar, probablemente uno de los destinos más populares de Cantabria y un lugar destacado en numerosas guías turísticas.

Sin embargo, estas tres "mentiras" no empañan en absoluto el encanto que ofrecen sus calles y su arquitectura. La alta afluencia de turistas se debe principalmente a que visitar esta villa merece verdaderamente la pena.

Santillana del Mar está conformada por dos calles principales y dos plazas con siglos de historia a sus espaldas. Prácticamente todo su territorio puede considerarse casco antiguo, lo que permite a los visitantes pasear por adoquinadas calles, admirar el arte románico en lugares como la Colegiata de Santa Juliana, o detenerse a observar las construcciones medievales, como las torres de Merino y Don Borja, lo que se asemeja a un viaje en el tiempo.

Si te encuentras viajando por el norte de España, llegar a Santillana del Mar es sumamente sencillo. Tan solo media hora en coche separa este encantador lugar de la capital de Cantabria, Santander.

Y, por supuesto, durante tu trayecto, puedes aprovechar la oportunidad para visitar uno de los tesoros históricos más importantes de España: las famosas Cuevas de Altamira.

Santillana del Mar

Las Cuevas de Altamira

Sin lugar a dudas, uno de los destinos imperdibles en Santillana del Mar es la renombrada Cueva de Altamira, considerada la joya del arte rupestre paleolítico a nivel mundial. Esta fascinante gruta, que vio la luz por primera vez en 1875 gracias al esfuerzo del erudito Marcelino Sanz de Sautuola, cuyo linaje incluye al ilustre Emilio Botín, ostenta el título de la "Capilla Sixtina del Arte Rupestre".

Sumergiéndonos en un viaje en el tiempo, esta cueva albergó a nuestros remotos ancestros, trazando un legado que se remonta a miles de años atrás. De hecho, las pinturas más antiguas que adornan sus paredes datan de hace unos asombrosos 36.000 años.

Lo que hace que la Cueva de Altamira destaque entre las maravillas mundiales es, sin duda, el techo de la Sala de los Policromos. Este lugar, designado como Patrimonio de la Humanidad, es inigualable en su género. En él, se revelan majestuosos bisontes plasmados en tonos rojos y negros difuminados que datan de hace aproximadamente 14.500 años. La habilidad de estos artistas prehistóricos era tal que incluso aprovecharon las características del techo para esculpir partes de la anatomía de los animales en relieve.

Hoy en día, la Cueva de Altamira original permanece cerrada al público en aras de su preservación. No obstante, puedes explorar una réplica fidedigna de la misma en el Museo de Altamira, convirtiéndose este museo en un destino obligado en tu visita a Santillana del Mar. Además de la reproducción de la cueva, conocida como la "Neocueva de Altamira", el museo alberga una exposición permanente de objetos descubiertos en el yacimiento y sirve como un destacado centro de investigación.