Tres artistas, tres mundos, un origen. Más allá de ser catalanes a Antoni Gaudí, Joan Miró y Salvador Dalí tiene un origen común que va mucho más allá de su talento para crear nuevas formas. Y está por escrito y a la vista de todos.

En cuestión de pocos años, el talento de Cataluña florecía a finales del siglo XIX y principios del XX. A cada generación aparecía un artista. El primero de ellos fue Gaudí, quien elevó la arquitectura mundial a otro nivel con la Casa Batlló, el Parc Güell y La Pedrera, entre otros edificios que salieron de su cabeza. Tanto fue así, que creó un estilo en sí mismo, el modernismo.

Surrealistas 

Poco después, llegó Joan Miró. El pintor barcelonés se impregnó de las vanguardias aparecidas en la pintura y formó parte de ellas. Su estilo fue de lo dadaísta a lo expresionista. Se dejó influenciar por cubistas y expresionistas y se convirtió en un gran surrealista.

Y tras él, llegó ya Dalí, el maestro del surrealismo. El artista que multidisciplinar que, influenciado por las citadas vanguardistas y el psicoanálisis de Freud, conjugó mente y virtuosismo para llevarlo a cuadros, cine y esculturas y demás. Y así hasta ser un fenómeno pop.

Germania, apellido cero 

Y así de Reus (o Riudoms) a Figueras pasando por Barcelona, la cultura catalana se hizo internacional. Pero ¿por qué decimos que hay un origen que les une y está por escrito? Porque sus apellidos tienen algo en común. Todos ellos son de origen germánico.

Gaudí tiene su origen en un dios. Gaut era el dios de la guerra de los godos y devino nombre, Gaudin. Y de allí, poco a poco se convirtió en este apellido del que se tiene registro desde el siglo XVII.

Mirones y nobles 

El pintor barcelonés no sólo tiene en común el origen germánico de su apellido, sino que además haría las delicias del artista de Portlligat. Obviamente, el Mirone germánico devino Mirón en castellano, y ya en catalán le cayó la n. Pero la leyenda dice que a quien le gustaba mirar era a Dalí.

El artista gerundense es germánico y de Cadaqués de toda la vida y a la vez. Llega del nombre Adalin y le da un cargo. El término germano de Adalin procede en realidad de Athal o Adel que significa noble. Y sin duda, Dalí pertenece a la nobleza del arte.

Noticias relacionadas