Hay apellidos que desprenden historia. Apellidos que se nota que vienen del Imperio Romano, o que tienen raíces germánicas. Pero luego hay apellidos catalanes que, de alguna forma, desprenden riqueza. Es como si hubieran sido creados para soportar fortunas sobre sus hombros. En este sentido, ¿hay alguna forma de dar con los apellidos catalanes "de ricos"?
Para dar con los apellidos ricos de nuestra región, hemos acudido a la lista Forbes 2022 de los 100 españoles más ricos y hemos buscado aquellos nacidos en Cataluña o que han forjado su imperio en Cataluña. A continuación te los compartimos, incluyendo, siempre que fuera posible, sus orígenes y significados. Recuerda por eso que el mundo de los apellidos es muy complejo y que es complicado precisamente marcar el origen definitivo de muchos de ellos.
- Daurella: el apellido de la presidenta de Coca-Cola Europacific Partners (y de su prima, que también está en la lista de los 100 españoles más ricos de Forbes)
- Lao: el apellido de Manuel Lao, cofundador de Cirsa, grupo de juego, junto con su hermano, Juan Lao.
- Cervera: el apellido original de Carmen Thyssen-Bornemisza. El apellido viene del latín cervaria y significa tierra de ciervos.
- Gallardo: apellido de Jorge Gallardo Ballart, accionista de laboratorios Almirall. Por cierto: Almirall, como apellido, viene del arabe. Concretamente de amir que significa cabo.
- Arrufat: apellido de Tomás Arrufat Pujol, consejero delegado de Proeduca Altus. Por cierto, el mítico apellido Pujol viene de designar "colina".
- Elías: apellido de José Elías, presidente de Audaz Renovables.
- Puig: apellido de Manuel Puig Rocha, vicepresidente de Grupo Puig (perfumes). El apellido viene de "montaña".
- Portabella: apellido de Ricardo Portabella Peralta, propietario de Anpora (inversiones). El apellido en si es una aglutinación de las palabras "porta" y "vella".
- Vall: apellidos de los hermanos Josep, Óscar y Meritxell Vall, de Catalana Occidente.
- Nogareda: apellido de David, Mar y Arnau, propietarios de laboratorios Hipra.
- Rubiralta: apellido de Jorge, Marc, Xaver y José Rubiralta, accionistas de Werfenlife, grupo familiar especializado en tecnología sanitaria.
- Godia: apellido de Liliana Godia, propietaria de la patrimonial BCN Holding.
- Roura: apellido de Nuria Roura Carreras, accionista de Grifols.
- Font: apellido de Joan Font, presidente de Bonpreu.
- Carulla: apellido de Artur, María y Montserrat, propietarios del grupo Disa.
- Serra: apellido de Josefa y Assumpta Serra, hermanas y accionistas del grupo asegurador Catalan occidente. El apellido viene de designar "cadena de montañas".
El origen de los apellidos
Los romanos experimentaron un sistema de identificación basado en tres nombres, pero durante la Edad Media este método cayó en desuso. En España, los primeros registros de apellidos tal como los comprendemos en la actualidad datan del siglo IX. Fue durante los siglos XII y XIII, en pleno auge urbano y comercial, cuando surgió la necesidad de identificar de manera definitiva a las personas, dando origen a los apellidos castellanos. Pero ¿cuál fue su origen y qué significado encierran?
En la Edad Media Hasta finales del siglo IX, solamente los nobles y monarcas en la Europa medieval presentaban diferenciadores en sus nombres. Estos diferenciadores se basaban en la casa nobiliaria a la que pertenecían o en los territorios que gobernaban (por ejemplo, Rodrigo de Castilla). A partir del siglo X, los nobles comenzaron a utilizar apellidos en documentos, los cuales han perdurado hasta hoy día. A medida que las ciudades crecían y se convertían en centros poblacionales, se volvió crucial identificar de manera individual a las personas, para propósitos comerciales, sociales y documentales. Sin embargo, en sus inicios, los apellidos no se heredaban, sino que variaban en función de ciertos factores. No sería hasta el siglo XVIII que se consolidarían como apellidos hereditarios de generación en generación, y en el siglo XIX la promulgación de la Ley del Registro Civil les otorgaría un respaldo legal.
En los documentos, los nobles adoptaron apellidos patronímicos, es decir, derivados del nombre del padre. Si el nombre de tu padre era Gonzalo, tu apellido sería González. Sin embargo, es importante destacar que el apellido en sí no era heredado directamente; solo el concepto subyacente. Por ejemplo, si te llamabas Hernán González, tu hijo llevaría el apellido Hernández en lugar de González, a diferencia de tu propio apellido.