La franja costera se encuentra abarrotada de chiringuitos, lo que añade un desafío extra para destacar en un mercado tan saturado. Esta es precisamente la hazaña lograda por un establecimiento recién inaugurado en la Costa Brava.
El visitante que vuelve año tras año suele tener su chiringuito predilecto, al que se refiere como el "clásico". En cambio, los turistas recién llegados consultan las guías culinarias. Aquellos más actualizados reconocen que TikTok es la plataforma ideal para conocer las últimas propuestas.
El chiringuito
Es aquí, en la famosa red social, donde desde hace unos meses triunfa el Blue. Se trata de un nuevo local ubicado en la arena de la playa de Ses Oliveres, en Cadaqués.
Este nuevo chiringuito tiene algo de toda la vida y una parte más moderna. Si bien mantiene la estructura formal de terraza sobre la madera y barra abierta, el color blanco del porche y sus sillas lo convierten en uno de esos espacios donde relajarse. El rótulo azul y unos platos del mismo color no hacen otra cosa que darle el toque marinero.
Especialidades
Su menú es una mezcla de platos de bar de playa de toda la vida, con platos mucho más elaborados y de bastante calidad. Eso sí, lo que predomina, para no desentonar es el producto sacado del mar.
Pescados y mariscos son los platos estrella del Blue. Las bandejas de cigalas, gambas, los pescados son elaborados con esmero y hacen las delicias de los comensales, quienes si quieren pueden disfrutar de unos entrantes a la altura.
Platos
El famoso pan con tomate catalán está hecho con el no menos autóctono pà de vidre (de cristal) es el complemento perfecto para cualquier comida. O si no, una buena ensalada fresca.
Y si se prefiere ir por las tapas y comer ligero antes de regresar al mar, se puede optar por unos tremendos calamarcitos fritos o unas bravas de la casa. Ya si a eso se le añade un entorno que rebosa arte, la experiencia se vuelve de 10.
Nuevo éxito
Las redes ya han descubierto el lugar y no son pocos los que, desde su reciente apertura, se han pasado por ahí, para disfrutar del bien comer y la calma de una playa como la de Ses Oliveres.
Esta pequeña cala está alejada del bullicio de la playa grande del pueblo, pero tiene unas hermosas vistas a ella. Desde allí se avistan los botes pesqueros y se tienen la panorámica ideal del municipio. Un lugar al que escaparse.