Así eran los primeros gitanos catalanes: ¿cuándo llegaron, a qué se dedicaban?

¿Cuál es el origen del término "gitano"? ¿En qué momento llegaron a la península Ibérica, específicamente en la región de Cataluña? ¿Tenían alguna profesión destacada? ¿Y de aspecto? ¿Cómo eran? Además, ¿en qué momento y debido a qué factores comenzó la persecución en su contra? Encontrarás respuesta a todos estos interrogantes dentro de este agradable artículo concebido para ser disfrutado en compañía de un delicioso café en tu terraza favorita.

¿De dónde viene el término "gitano"? ¿Cuándo llegaron los gitanos a la península Ibérica, más concretamente en Cataluña? ¿A qué se dedicaban? ¿Cómo eran? ¿Cuándo y por qué empezó su represión? Resolvemos todas estas dudas en esta amena pieza pensada para ser leída mientras tomas un buen cafecito en tu terraza preferida.

¿De dónde viene el concepto de "gitano"?

El término "gitano" es una derivación del gentilicio egipcio. Esto no significa que el origen histórico de los gitanos catalanes estuviera en Egipto. Si recurrimos a voces expertas, Marcel Courthiade, profesor e investigador, asevera que el pueblo gitano, en su conjunto, proviene de la región de Uttar Pradesh, al norte de la India, y que su éxodo comenzó alrededor del año 1018. El motivo detrás de este desplazamiento sigue siendo un enigma.

Courthiade sugiere una deportación ordenada por Mahmud de Ghazna, líder de una dinastía turca en Persia que habría invadido la región y derrocado a los gobernantes locales. Esta deportación involucró aproximadamente a 50,000 personas de la ciudad de Kannaj.

En ese sentido, el profesor Marcel Courthiade data la llegada de los gitanos a Europa alrededor del año 1100, un siglo después del inicio de la diáspora, situándolos en las costas del mar Egeo, que en ese momento formaban parte del Imperio Bizantino. Aquí es donde surgió el término "gitano". Según investigaciones actuales, los bizantinos de aquella época relacionaron a los recién llegados de Kannaj con regiones de Anatolia conocidas como "el Pequeño Egipto", debido a cómo sus paisajes se parecían a los del valle del Nilo.

En otras palabras: el origen gitano no está relacionado directamente con Egipto; el término nació a partir del parecido entre el valle del Nilo y las regiones de Anatolia que los bizantinos relacionaron con los habitantes exiliados de Kannaj.

¿Cuándo y cómo llegaron los gitanos a Cataluña?

La llegada de los gitanos en la península Ibérica ocurrió a través de Cataluña. Según los expertos en historia gitana, este "aterrizaje" tendría lugar alrededor de 1415. Las causas detrás de esta llegada a la península siguen siendo un misterio y por ahora hay especulaciones. Bien fundadas, pero especulaciones.

Su llegada, por ejemplo, podría estar relacionada con la cultura nómada que habrían desarrollado con el tiempo. O podría ser resultado de la grave crisis que afectó a Europa después de la peste negra en 1348, particularmente en el centro y este del continente. 

Sí que tenemos fuentes de la época (francesas y catalanas) sobre cómo fueron los primeros gitanos que llegaron a Cataluña. Estas documentaciones describen a grupos de entre dos y diez docenas de personas, liderados por individuos que ocasionalmente se autodenominaban "conde" o "duque". Estaban vestidos con prendas muy llamativas y se dedicaban al entretenimiento artístico, principalmente bailes con o sin animales y adivinación, causando admiración por donde iban. 

De la admiración a la represión

No obstante, esta admiración inicial pronto se transformó en difamación y persecución. Por ejemplo, en 1484, más de setenta años después de su llegada inicial, el Consejo Municipal de Castelló de la Plana ordenaba la expulsión de los gitanos que transitaban por la ciudad, debido al "gran daño" que causaban a la localidad. 

Otro documento que demuestra cómo en la península empezó a querer "controlarse" a la comunidad gitana es la Pragmática de los Reyes Católicos (1499), donde leemos lo siguiente sobre los gitanos (referidos, recordemos, como los egipcianos): "Enviamos a los egipcianos que vagan por nuestros reinos y tierras junto con sus esposas e hijos (...) para que cada uno de ellos trabaje en oficios conocidos y se beneficie estando en lugares donde elijan establecerse o alquilar viviendas a los señores a los que sirven (...), y no viajen juntos por nuestros reinos".

Esta pragmática fue reforzada y ampliada con más de trescientas leyes que, desde Fernando el Católico hasta Carlos III (siglos XV al XVIII), los monarcas españoles promulgaron en contra de la cultura y la identidad gitana. Si eres un seguidor de la historia catalana y/o de española, habrás observado que la represión se asemejaba a la que se había aplicado a la minoría judía o a la morisca.

Durante todo este casi siglo de adaptación, en Cataluña, una parte significativa de la comunidad gitana se había integrado al tejido social y económico del país. Las fuentes revelan que las comunidades gitanas se dedicaban a diversas actividades, como tráfico de mulas y caballos, fabricación de productos de mimbre (cestas, baúles, sillas), esquiladores, tejedores y trabajos agrícolas, ya sea como jornaleros o arrendatarios.