La vida y costumbres de los catalanes son apreciadas alrededor del mundo. Cataluña es una de las comunidades autónomas que más turistas internacionales atrae, pero eso no quita que entiendan todo lo que hacen.
Desde la alimentación hasta algunas de las fiestas se les escapada a gente de determinados países. Seguramente a los catalanes le pasan a la inversa, pero eso es motivo para otro artículo.
Els castellers
Generan muchísima curiosidad, pero no por ello acaban de entender la razón por la que hacer una torre humana es algo tradicional y típico. Una vez se les explica asienten con la cabeza, pero no comprenden muy bien en qué consiste.
Los horarios
Empezar a trabajar entre las 9h o 10h de la mañana, cerrar las tiendas en domingo, la apertura de discotecas a partir de la 1.30h. Son cosas que no entran en la mentalidad de ciertas culturas. Ya las horas de ponerse a comer, parece algo hasta perjudicial para los biorritmos. Algo que también sucede a la inversa.
Comer conejo
Algo tan tradicional como un arroz en conejo, para muchos estadounidenses es como hablarles de comer una paella con ratas. Por extraño que parezca, el conejo no es un plato que se coma en muchos países, sobre todo para aquellos que los consideran casi una mascota. Algo así como lo de comer perros de los chinos.
Siesta
Es tradicional conocer a España por ello. Es marca España y causa sensación, claro que no entienden a qué hora se hace, por qué se hace ni cuánto tiempo dura. Ya si explicas que los médicos incluso la recomiendan, directamente les fascina.
Tapeo
Eso de sentarse en una terraza a compartir unas tapas no todos lo tienen claro. No saben si pueden comer sólo tapas, si es o habitual, porque no piden más. Ya si encima les traen unas olivas, patatas o frutos secos y es gratis colapsan.
Caracoles
La comida es una cosa que se repite a la hora de sorprender. Si bien es cierto que los franceses no se sorprenden por ello, el resto del mundo no ve muy normal eso de comerse un ser tan baboso. Menos aún que haya tantos modos de cocinarlos y que haya una fiesta de ello.
Dos besos
Esa cordialidad no la ven. Aunque los argentinos dan uno y los holandeses tres, no siempre el turista entiende que dos personas que no son pareja se den dos besos cuando se ven o incluso se acerquen a abrazarse. El contacto físico y las distancias entre personas van a por casas.
Porras
Apostar se hace en cualquier país, pero si un extranjero ve las porras alucina. El concepto churros ya les parece exótico, ya si es a tamaño gigante alucinan.
Chocolate a la taza
No es lo mismo pedir un chocolate caliente aquí que fuera del país. Aquí a uno le sirven el chocolate denso, para tomar con cuchara o mojar los churros o los melindros, para ellos en cambio, es leche chocolateada caliente. Por eso cuando ven esa taza casi imposible de beber no entienden muy bien qué han pedido.
Calçots
Por último, algo que fascina hasta al resto de españoles. ¿Comerse una cebolla a la brasa? Pues sí, se hace, están sabrosas y, más aún, con una buena salsa. Lo de ponerse un babero para comerlo ya es casi una broma que hace todo más incomprensible.