Elimina este alimento común en la cocina catalana de tu dieta: puede dañar gravemente a tu páncreas

El arroz blanco es uno de los ingredientes más socorridos en el día a día de una cocina catalana. Te puede sacar de más de un apuro. Sirve para acompañar una ensalada, el pescado, el estofado de ternera o puede protagonizar un rico arroz caldoso con verduras. Pues bien: un estudio de la revista British Medical Journal ha desvelado que el arroz blanco, pese a lo socorrido que es y a ser fuente de nutrientes, puede acarrear graves consecuencias para el páncreas.

Entre las consecuencias negativas del arroz blanco, encontramos que puede aumentar el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 (esto siempre según el estudio mencionado). El problema de este alimento típico en Cataluña es el procesado de blanqueo del cereal. Durante esta modificación estética, se le retira el salvado, cuya función es precisamente regular el índice glucémico. 

Con lo cual, comer demasiado arroz blanco, desprovisto del componente que regula el índice glucémico, puede precisamente aumentar la tasa de glucosa en sangre y la insulina. Esta subida afecta el páncreas, el órgano encargado, entre otras cosas, de segregar insulina. Conforme pierde la capacidad de generar esta hormona, aumentan las posibilidades de padecer hiperglucemia y otra suerte de afectaciones que, a la larga, den paso a enfermedades más graves como la mencionada diabetes.

El estudio de la revista British Medical Journal recomienda una alternativa al arroz blanco: el arroz integral. El riesgo de padecer diabetes de tipo 2, entre otras enfermedades, es mucho menor. Además, el arroz integral aporta vitaminas como la provitamina A, la vitamina B1, B3 y B12... además, es un alimento bajo en grasas y, de todos los tipos de arroz disponibles, es el que menos engorda.