Estupor en el museo del Louvre después de que una persona tirara un pastel contra el cuadro más famoso en exposición, la Gioconda de Leonardo Da Vinci.
Según las primeras informaciones, el atacante iba disfrazado con una peluca de mujer e iba en silla de ruedas, lo que le dio prioridad para contemplar la obra desde primera fila. Cuando ya estaba enfrente de La Mona Lisa, se levantó y le arrojó una tarta.
Vídeos
Pese a que no hay imágenes del momento, por redes sociales circulan vídeo de asistentes se ve al individuo siendo conducido al exterior de la sala por el personal de seguridad mientras grita: "Pensad en la Tierra. Hay gente que está destrozando el planeta. Es por ello que he hecho esto". Unas palabras que apuntan a que podría ser un acto ecologista.
Las imágenes de los usuarios permiten ver al personal del Louvre recogiendo los restos de la tarta y limpiando el cristal, que se quedó manchado durante un rato. Pese a todo, y gracias a ese vidrio antibalas, el cuadro no ha sufrido daños.
Reacciones
"Esto es una locura para mí pero un hombre vestido de anciana ha saltado de una silla de ruedas y ha intentado romper el cristal a prueba de balas de la Mona Lisa. Luego ha procedido a embadurnar el cristal con tarta y arroja rosas por todas partes, antes de ser abordado por la seguridad", relata uno de los testigos en Twitter. Ante el estupor inicial, el museo advirtió: "Estamos esperando una reacción de la dirección".
Por el momento, los responsables del Louvre evitan pronunciarse sobre el ataque, tan solo aclaran que la dirección evalua el incidente. Fuentes de la institución, por eso, detallan que los directivos no han tomado ninguna decisión tras el ataque ni sobre las acciones legales que iniciar contra el atacante y aclararon que evaluarán el altercado durante el día.
Protección
El lienzo, de principios del siglo XVI, es uno de los principales reclamos del Louvre que recientemente hizo obras en la sala donde se expone para poner orden en las aglomeraciones que suelen darse ante la Gioconda. Una obra que ya ha recibido otros ataques.
Un hombre lanzó una taza contra ella, en 2009, y, en 1974, cuando fue prestado a Japón, una mujer intentó destrozarlo con spray rojo. Por suerte, en todos estos casos, como el actual, el vidrio protector impidió que el cuadro sufriera ningún desperfecto. El cristal se colocó precisamente para evitar las agresiones contra la obra, que en 1957 sufrió un ligero daño después de que un visitante boliviano le lanzara una piedra: "Tenía una piedra en el bolsillo y de pronto me vino a la cabeza la idea", dijo entonces el hombre en el diario Le Monde.