El magnate ruso y dueño de Supermercados DIA, Mikhail Fridman, se encuentra en una situación complicada a raíz de las decisiones que ha adoptado Europa contra los oligarcas ligados al presidente Vladimir Putin por la invasión a Ucrania. "No sé cómo vivir", ha confesado en una entrevista.

El oligarca ruso, que tiene un patrimonio neto de 10.100 millones, fue sancionado por la Unión Europea el 28 de febrero y por el Reino Unido el 15 de marzo, en el marco de las medidas en rechazo a la invasión a Ucrania ordenada por el régimen de Vladimir Putin. 

Renuncia

Fridman se ha quejado de estas sanciones de la UE, definiéndolas como "infundadas e injustas" en este momento. "Mis problemas no son nada en comparación con los problemas de ellos", dijo en referencia a los ucranianos atrapados en el conflicto. Sin embargo, él se encuentra molesto con las sanciones que le han impuesto.

Tras congelar sus tarjetas y solicitar una licencia para gastar dinero, Fridman renunció al directorio de Alfa-Bank un día después de que la UE lo sancionara. También renunció a la junta directiva de LetterOne, la firma de inversión que cofundó.

Posicionado con Ucrania

Aseguró que pensaba que tenía una buena relación con Occidente debido a sus viajes a Washington y al programa de becas Alfa-Bank que creó para ciudadanos estadounidenses, británicos y alemanes en 2004: "Creíamos sinceramente que somos tan buenos amigos del mundo occidental que no podíamos ser castigados". 

A finales de febrero, Fridamn pidió detener el "derramamiento de sangre" en Ucrania, haciendo pública su "profunda tristeza" por la invasión de Rusia en el territorio ucraniano y asegurando que “la guerra nunca puede ser la respuesta”.