Todo sobre el porteo de bebés: cómo hacerlo de forma segura y beneficios para el niño
Tan importante es elegir la mochila adecuada, como colocar al menor en la posición correcta para su cuerpo
22 diciembre, 2021 14:11La maternidad es todo un desafío para los padres, sobre todo si estos son primerizos. Una aventura vital que requiere de buenas dosis de paciencia y cariño para cuidar y criar a ese nuevo miembro de la familia, teniendo en cuenta que el descanso y las horas de sueño merman con la llegada de un bebé que en ocasiones no deja de llorar. Para evitar esas situaciones desesperantes y conseguir que el recién nacido duerma, una buena opción puede ser el porteo.
Una técnica que no solo sirve para que el niño concilie el sueño, sino también para que los padres puedan descansar durante unos minutos o atender a otras tareas de la casa al contar con las manos libres, pero sin dejar de mantener al pequeño protegido. Unos beneficios que además redundan tanto en su desarrollo físico como emocional. Eso sí, para conseguirlo es importante conocer cómo hacerlo para que sea seguro.
Un producto homologado
En este caso, lo primero de todo es elegir bien el tipo de mochila o de fular que mejor conviene tanto por la edad del menor, como por su complexión o de la persona que será la encargada de llevarle consigo. En este caso, no vale cualquier modelo y hay que asegurarse de que este cumpla con la normativa y calidad vigente en este sentido.
De la misma manera, debe estar homologado para permitir que se mantenga la posición ergonómica del bebé y este se sienta seguro. Por ello, antes de decantarse por una mochila, un fular o una bandolera es importante que la persona se lo pruebe de antemano para comprobar si le resulta cómodo llevarlo puesto, así como ponérselo, quitárselo o meter al recién nacido dentro para portearlo con seguridad. Por último, debe estar fabricado con un material transpirable para que el menor no pase demasiado calor ni se agobie dentro.
La mejor posición para el bebé
Tan importante es comprar una buena mochila como saber en todo momento cómo debe ir el niño colocado. De lo contrario, no solo perjudicará a los beneficios que tiene el porteo sino hará que la cadera del bebé pueda verse afectada, así como su cuello o el suelo pélvico de la madre (ya de por sí dañado si ha dado a luz tras un parto). Para portear a un menor con seguridad hay que fijarse en la curvatura de su espalda y que esta adopte la forma de C; no puede estar completamente recta.
De la misma manera, las piernas no deben quedar colgando y sí hacer una especie de M con la cadera de tal manera que las rodillas queden más elevadas que el culo del bebé. Es esencial que la cabeza del bebé esté apoyada en el pecho del porteado y de lado para permitir que tanto la nariz como la boca estén libres para que pueda respirar correctamente. Y un último consejo, el niño siempre debe ir mirando hacia el porteador, nunca hacia el otro lado ya que de esa manera su pelvis soportará un mayor peso y ni la cadera ni su cabeza estarán bien seguras.
Beneficios del porteo
No solo para que los padres ganen en comodidad y puedan hacer otros menesteres al tiempo que el niño duerme recostado en su regazo (sobre todo para aquellos que no pegan ojo ni en el carro ni en el cuna), el porteo demuestra sus beneficios a la hora de favorecer el desarrollo psicomotor del bebé ya que los movimientos que siente le sirven para ganar en equilibrio y orientación espacial. Además, si va bien colocado esto hará que se mejore la articulación tanto de las caderas como de las piernas y se reduzcan los molestos gases o cólicos del lactante.
Al no estar durmiendo durante horas en una superficie plana de manera horizontal, con la consiguiente presión sobre uno de los lados de su cabeza, el porteo ayuda a que disminuya el riesgo de que se deforme el cráneo ya que se le puede ir cambiando de lado la cara mientras descansa plácidamente sobre el pecho. Por último, en el caso de que la madre, el porteo ayuda no solo a la lactancia materna sino a favorecer un especial vínculo con su hijo al estar en todo momento en contacto con él. En otras palabras, el porteo aporta calma, seguridad y un apego afectivo sano.