La nueva remesa de enfermeros y enfermeras andaluces llegados a Cataluña ha salvado la papeleta al Departament de Salut. Desde octubre, cerca de 600 profesionales han pasado a engrosar la plantilla de los hospitales catalanes, aunque el Institut Català de la Salut --principal órgano contratante de estos sanitarios-- sigue sin concretar la cifra de estas nuevas incorporaciones.
Según revela La Vanguardia, se trata de una oleada de profesionales jóvenes, con el titulo recién expedido, y muchas ganas de trabajar, que se han visto obligados a hacer las maletas después de que el SAS (Sistema Andaluz de Salud) cancelara los contratos Covid-19 de las cinco primeras olas de la pandemia. De este modo, se enviaba a la cola del paro a 2.000 trabajadores de los cuales un buen grueso sirve ya al sistema de salud público catalán.
Savia nueva
En concreto, el Hospital del Mar cuenta con al menos 23 altas nuevas en Enfermería. Un soplo de aire fresco para Paloma Garcimartín, directora de Enfermería del Mar, quien revela que en junio, a las puertas de la quinta ola, los sanitarios pensaban ya en renunciar a las vacaciones por falta de personal.
Si bien la titular del centro afirma que se pudo hacer frente a esta nueva envestida de la pandemia gracias a que Salut aprobó in extremis triplicar el precio de la hora extra de este grupo de sanitarios. “Durante las peores olas la falta de profesionales fue durísima, los enfermos críticos y con respirador necesitan una proporción de profesionales muy superior”, subraya.
Desembarco en parejas
Ahora, tras dos meses de trabajo en los centros catalanes, son los propios protagonistas, quienes narran su historia al rotativo catalán. Carlos Santos, oriundo de Córdoba, califica de “estupendas” las condiciones laborales ofrecidas por el sistema catalán. Cuenta que tanto él como su novia están contratados por un período de dos años y confiesa que han podido escoger turno y centro.
Una situación muy parecida a la que vive José Carlos Rosado, quien este verano trabajó como refuerzo en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla y que ejerce en el hospital del Mar, también, junto a su chica. En el mismo lugar se encuentra, Noelia Orellana, una joven jerezana que también comparte profesión y lugar que su compañero sentimental. Con todo, la falta de personal es un mal de alcance mundial. De hecho, según los últimos informes internaciones se calcula que hacen falta cerca de 13 millones de profesionales.