No hay nada como dar un placentero paseo en mitad de un bosque o un espacio natural donde reine la calma. Sonidos naturales que invitan a la desconexión, a la relajación y que desde ahora se puede hacer no muy lejos de la ciudad condal en el que es el primer parque del silencio que hay en España. Un espacio natural, el de Montnegre i el Corredor, que forma parte de una iniciativa puesta en marcha por Quiet Parks International, organización que busca crear una red mundial de lugares naturales donde la paz sea la absoluta protagonista.
Detrás de este proyecto está Gordon Hempton, un ecologista acústico norteamericano que ha dedicado buena parte de su vida y de su trabajo a recorrer el mundo entero para encontrar esos rincones donde practicar el silencio más absoluto rodeado de árboles y especies vegetales.
Parques de silencio por el mundo
El de Montnegre i el Corredor, a poco más de medio centenar de kilómetros de la capital catalana, es el último que se ha sumado a una lista de espacios naturales en calma y que fue inaugurado con el de Yangmingshan, ubicado a las afueras de la ciudad asiática de Taipéi y que incluso fue reconocido como tal por parte del Gobierno de Taiwan en la celebración del Día de la Tierra el pasado año.
Más cerca, en Europa, además del ya nombrado en territorio nacional, desde Quiet Parks International ha otorgadoe el mismo reconocimiento al parque de Hampstead Heath, donde por unos instantes uno se olvida que se encuentra a unos kilómetros de la bulliciosa y siempre viva Londres. Lo mismo que sucede en este paraje cercano a Barcelona que ofrece una verdadera sensación de vida silvestre; a pesar de encontrarse en una de las zonas más densamente pobladas del país.
Un ejemplo a seguir
Fue el pasado mes de octubre cuando los responsables de Quiet Parks International, con sede en Suecia, otorgaron esta distinción que para los responsables de este recinto natural supone toda una satisfacción, al tiempo que esperan que sirva como ejemplo para otros parques de la zona. Una estela, la de seguir la senda de la ecología acústica, que en breve continuarán otros espacios naturales ubicados en Bélgica, Estocolmo, París, Nueva York, Toronto, Brisane y Wellington en Nueva Zelanda.
Pero no hace falta irse tan lejos para conectar con la naturaleza en el silencio más absoluto. Basta con dejarse atrapar por este espacio de más de 15.000 hectáreas ubicado entre dos macizos en la cordillera litoral catalana y que constituyen una barrera natural entre la llanura litoral del Maresme y la depresión del Vallès y la Selva. Un entorno donde no faltan las encinas, los alcornoques o los pinos para servir de refugio a una fauna compuesta por especies como la jineta, el topillo de lomo rojo, el tejón, la comadreja, el corzo o el águila culebrera entre otros animales.
Un paseo de lo más saludable
Nadie duda que dejar atrás por un rato el bullicio de la ciudad y adentrarse de lleno en el silencio de un entorno natural trae numerosos beneficios no solo desde un punto de vista mental, sino también físico. Así, dar un agradable paseo por un bosque o un parque como el de Montnegre i el Corredor no solo conecta a ese usuario con la naturaleza, sino que le permite respirar un aire más limpio y puro que agradecerán sus pulmones. Además, un recorrido en calma mejora el sistema inmunitario, estimula el metabolismo y permite a los ojos descansar de tantos aparatos tecnológicos.
Ese silencio y esa quietud que hay en un espacio natural como este parque ayuda a despejar la mente y alejar de ella toda señal de estrés o preocupación, favorece los niveles de concentración ante tantos estímulos de colores, luces y sonidos de la naturaleza y contribuye a calmar la mente para tener un mejor descanso nocturno.
Consejos en plena naturaleza
Eso sí, para dejarse atrapar por todas estas bondades que ofrece este conjunto silvestre hay que seguir una serie de recomendaciones. Y entre ellas está el olvidarse durante ese paseo del móvil y de todo lo que suceda más allá de esos árboles, además de no llevar una pesada mochila como si se fuera a estar de ruta varios días. Con coger una botella de agua pequeña por si se tiene sed sería más que suficiente.
Y una máxima de oro cuando se pasea en un entorno natural: hay que dejarse envolver por la magia que traslada ese entorno natural y respetar en todo momento ese bosque o parque para que siga aportando sus beneficios en pro del bienestar personal.