Todo sobre el melón charentais y sus saludables propiedades
Una variedad de tamaño más pequeño y que destaca por su dulce sabor y su textura más cremosa
30 julio, 2021 19:45A más de uno quizá le haya sorprendido este ejemplar al entrar en una frutería este verano. Una fruta con un aspecto similar al melón, pero con algunas peculiaridades como una piel lisa y muy fina con aspecto verdoso y un interior en el que la pulpa presenta un tono naranja intenso. Es el melón charentais con un peso que oscila entre los 500 y los 1.500 gramos y que en ocasiones se puede confundir con una calabaza gracias a unos surcos que se presentan en su cáscara exterior. Cuando se prueba, resulta muy dulce, al tiempo que en boca su textura es tersa y muy cremosa.
Una fruta que cada vez se cultiva y se ve más en España y que destaca por unas muy saludables propiedades para el organismo. Todo un éxito en las mesas veraniegas que sobre todo es muy conocido en las sobremesas de países como Estados Unidos y Francia, de donde procede su nombre (de la región de Charente). Precisamente, el país vecino es un destacado productor de este melón que no falta en sus mercados en los meses de más calor.
Sus peculiaridades
No se trata de una especie o variedad nueva que haya surgido en Francia hace unas décadas o años. El melón charentais, no con ese nombre pero sí con unas características similares, se cree que ya se cultivaba hace siglos en zonas de la India, así como en otros lugares como desiertos de Irán o países africanos. Mucho antes de eso, en el Antiguo Egipto ya era parte de su producción y alimentación, desde donde se expandió por medio de las redes comerciales de entonces a Grecia, Roma y luego por el resto de Europa.
Este es el origen de un melón de aspecto pequeño que sobre todo es muy apreciado en la gastronomía por un aroma y un sabor muy suaves, lo que le hace perfecto como parte de ensaladas, así como para acompañarlo de unas rodajas de jamón (en clara alusión al típico plato del recetario nacional). También se emplea para hacer sorbetes veraniegos, macedonias, batidos, refrescantes y saludables helados, zumos o para comer de postre en su versión más natural y fresca; directamente desde la frutería.
Un trozo de salud
Además de por su sabor dulce y por su versatilidad a la hora de incorporarlo a numerosas recetas y platos, el melón de variedad charentais es muy apreciado por sus numerosos beneficios saludables. Y es que esta pieza de fruta tiene un escaso aporte calórico, además de ser muy hidratante; perfecto si se sigue una dieta para bajar algo de peso y cuidar la silueta, así como para refrescarse en las tardes de más calor y aportar agua al organismo. Pero hay mucho más: en su composición destacan vitaminas como A y C, además de fosfatos B9 y ácido fólico (ideal para gestantes).
Todo esto hace que comer este tipo de melón favorezca sobre todo a la diuresis (o excreción de orina), al tránsito intestinal, así como a la eliminación de toxinas. Sabiendo esto, los consumidores ya pueden empezar a comprar esta fruta desde finales de primavera y los meses de verano. Para dar con la pieza perfecta, un par de consejos: fijarse en su redondez, que sea pesado, que tenga un color tirando a crema con unas notas entre amarillas y verdes y que no tenga manchas en la piel (lo que se traduce por un estado de maduración óptimo para su consumo).
¿Dónde se cultiva en España?
Aunque Francia es un productor destacado en lo que se refiere al melón charentais, España poco a poco va ganando terreno y adeptos que se inician en el cultivo de este tipo de melón. Una producción que, aunque también se queda dentro de las fronteras españolas, sobre todo se dirige en su mayoría hacia mercados y supermercados del país vecino.
En España, las zonas que apuestan por su cultivo suelen estar entre las provincias de Murcia y Alicante donde sobre todo se encuentra melón charentais en una versión más amarillenta. Algo similar a lo que ocurre en lugares como Almería, Sevilla y Málaga donde también pueden verse estos campos frutales, pero en este caso con la versión más verde de este melón. En el caso de la región malagueña y dadas sus condiciones climáticas, su cultivo es mucho más temprano que en las anteriores.