Algunas de las cascadas más impresionantes de la geografía española
Algunas de ellas superan los 200 metros de caída en el vacío
4 junio, 2021 00:00Todo un espectáculo de la naturaleza donde el agua es la verdadera protagonista. Es el caso de algunas de las cascadas más bellas y espectaculares que hoy en día se pueden contemplar por toda la geografía nacional. Un recorrido para descubrir estos saltos que forman parte del patrimonio natural y ecológico del país.
Algunas de estas cascadas destacan por su especial ubicación, otras por su colosal altura (en algunos casos, como se verá a continuación, se trata de torrentes con más de 200 metros de caída hasta el suelo) e incluso las hay de menor altura, pero que no pierden belleza ya que en su final se dan algunos de los tonos más bonitos que ofrece la naturaleza; como sucede con el nacimiento del Urederra en Navarra.
El Salto del Nervión
Para abrir boca nada como dejarse atrapar por la que es la cascada más alta de España, y que impresiona solo con verla una vez. Se trata de un espectacular salto de más de 200 metros no apto para quienes tengan vértigo. Situada a medio camino entre las provincias de Burgos, Álava y Vizcaya, este increíble escenario natural se encuentra dentro del Monte Santiago y acaba en el hermoso cañón de Delika, que se puede recorrer a pie cuando no hay agua.
Si uno quiere visitar esta cascada única, lo mejor es hacerlo cuando haya bastante agua; esto es, un día después de varias jornadas de lluvia o una vez se produzca la época de deshielo en la primavera. Para contemplarlo, lo mejor es dejar el coche unos kilómetros antes, en el párking habilitado para ello, y hacer una pequeña ruta en la que pueden participar también niños hasta el mirador.
Orbaneja del Castillo
No muy lejos de allí, en la provincia de Burgos, se encuentra otra de las cascadas que sí o sí hay que ver alguna vez en la vida, ya que resulta una vista curiosa. En este caso este salto de agua no está en mitad de un bosque o encima de un acantilado, sino dentro de un pueblo. No es broma. Es la cascada de la localidad de Orbaneja del Castillo, una de las más bonitas de la zona gracias a esa escalera acuática natural entre sus mismas casas medievales.
Lo mejor para contemplarla y darse un paseo por este municipio con encanto es visitarla en los meses de menos afluencia de público, y mejor si no es durante los fines de semana, ya que se trata un pueblo pequeño que se masifica con la llegada de turistas deseosos de verla.
Pozo de los humos
En Salamanca, y más concretamente en el Parque Natural Arribes del Duero, se encuentra otra de las cascadas más bonitas del territorio nacional: el Pozo de los Humos, con sus 50 metros de altura. Una maravilla que sobre todo merece la pena contemplarse cuando el río Uces va hasta arriba de agua y con su caudal a rebosar.
¿Cómo llegar hasta ella? Lo mejor es acercarse bien desde el pueblo cercano de Masueco o desde Pereña de la Ribera, desde donde parten varias rutas de senderismo, sin complicación alguna y no muy largas, para ver la misma perspectiva del agua que baja.
Nacimiento del río Cuervo
Esta impresionante ruta lleva ahora hasta la misma Serranía de Cuenca para admirar la forma que adopta el nacimiento del río Cuervo con su caída de agua. Para ser más exactos, se trata de un conjunto de bellas cascadas de distintas alturas que dan vida a una imagen que merece la pena fotografiar y guardar en la retina.
Dentro de este entorno natural, una de las mejores recomendaciones es seguir el sendero del nacimiento mismo de este cauce fluvial. Un recorrido circular de algo más de un kilómetro, totalmente accesible, y que permite visitar tanto las cascadas como el origen del río Cuervo.
Nacimiento del río Urederra
Pero para instantánea bella en el comienzo de un río, sin duda el del Urederra, en la localidad navarra de Baquedano. Parece mentira que en este escondido rincón de la provincia de Navarra se encuentre uno de los espectáculos de agua más bellos; no tanto por su altura como es el caso del Salto del Nervión, sino por unos colores que parecen dignos de un espejismo.
Un conjunto de cascadas que van a dar a unas pozas con un impresionante color turquesa, que hacen que uno no pueda apartar la mirada durante minutos. La pena es que se trata de todo un atractivo turístico que debe verse con reserva previa, para evitar la masificación. Esto ha obligado a controlar el cupo de visitantes diarios a la zona.