Esta puede ser una de las experiencias más bonitas e increíbles que uno puede hacer en plena naturaleza. Tocar el cielo --casi literalmente-- mientras se divisa la inmensidad que se tiene bajo los pies pies a bordo de un globo aerostático. Una actividad, no apta para aquellos a los que las alturas suponen un problema, para hacer turismo de una manera algo distinta. La oportunidad de conocer una región o comarca pero recorriéndola por el aire.
En el caso de que uno quiera hacer esta actividad en Cataluña, hay numerosas empresas y centros que ofrecen ese viaje en globo que nunca se olvidará. Un paseo por lo más alto que comienza en la calma que precede al amanecer y que permite descubrir la naturaleza, pero desde otro punto de vista. Sin duda, las fotos que se tomen desde aquí arriba serán de las mejores que se tengan en la cámara... y en la retina.
Disfrutar al máximo
Este quizá sea el principal consejo cuando uno va con cierto recelo a probar esta experiencia. Y es que no se puede olvidar que el globo aerostático no se encuentra a apenas unos metros del suelo; precisamente, esa altura puede echar para atrás a más de uno. Pero, para dejar atrás los miedos, nada como unos consejos prácticos donde lo principal es la seguridad de todos. Así pues, primer punto importante: seguir en todo momento las instrucciones del guía o piloto.
Teniendo claro lo anterior, otra premisa clave es ser puntual, ya que el horario de despegue se basa en las condiciones climáticas más propicias para iniciar la subida. En cuanto a los consejos más prácticos: usar ropa cómoda, nada de llevar una mochila con infinidad de objetos que no servirán para nada allá arriba --con ganas, y si acaso un móvil para hacer fotografías, es suficiente-- y estar tranquilo para disfrutar al máximo de una experiencia de altos vuelos.