La vida de una joven de Mallorca cambió para siempre en 2009 cuando ganó un bote de 126 millones en el Euromillones. Para entonces, este era el premio más grande de lotería que se había visto en España.
La mujer, que a día de hoy sigue manteniendo el anonimato, no se enteró de que era millonaria hasta unos días después ya que cuando se realizó el sorteo ella estaba enferma con gripe y no recordaba que había jugado.
Mismo número
Unos días antes había comprado un cupón en el portal Serviapuestas con el número que su abuelo escogía siempre. Aunque ella no solía apostar, siempre que lo hacía elegía las mismas cifras. "Mi abuelo jugó durante 30 años y nunca le tocó nada, seguro que algo ha tenido que ver", explicó entonces la joven de 25 años.
Pero una llamada por parte de los responsables de la plataforma donde había comprado el boleto lo cambió todo. Sin embargo, aunque se enterara de que era rica, la chica continuó con su empleo. "Dijo que con la situación de crisis quería ir a trabajar por miedo a perder su empleo", explicó por aquel entonces José Mieres, director de Serviapuestas.
Pocos lujos
La mallorquina, que sigue manteniendo el anonimato, se puso en manos de un gestor para aprender a controlar la gran cantidad de dinero que le había entrado. Y aunque su vida hubiera cambiado, ella mantuvo su trabajo como administrativa durante dos años más.
A día de hoy, la mujer intenta mantener una vida poco lujosa. Su único sueño es “comprar una finca y criar caballos”, y que su hijo crezca sin saber la gran fortuna que tienen.