La última fiesta ilegal celebrada en la discoteca Teatro Barceló de Madrid ha impactado a la sociedad. Los profesionales de la salud no dan crédito a que se den estas celebraciones cuando las cifras de muertes y contagios crecen día a día.
Una enfermera de un hospital español, al ver lo sucedido, ha expresado la rabia y desazón que le provoca ver este tipo de escenas que se dan en todos los puntos de España casi a diario. Sus palabras han sacudido a las redes.
Insultos
“Abandono este barco. Estoy harta. Siento ira y odio, y yo no soy así”, empieza su mensaje a través de redes sociales que han compartido miles de usuarios. Lamenta que los llamamientos que hacen a la población “no llegan, aunque creamos que sí”.
Subraya que “todavía hay gente que nos llaman exagerados” e incluso les insulta. “Todavía hay gente que se va de fiesta, todavía hay locales que las organizan, y se les permite. Todavía hay gente que no quiere usar mascarillas, da igual las pruebas que les enseñes para demostrarles que eso puede proteger. Les da igual cuánta gente está muriéndose”, critica.
Políticos
Tampoco se salvan los políticos de todos estos reproches, en especial aquellos que “utilizan su cargo para recibir una vacuna” y se ponen por delante de los mayores de 80 años, de pacientes crónicos, de personas de riesgo.
La profesional no puede con las excusas de los cargos públicos que se han adelantado al resto. Les emplaza a explicarles “al resto de pacientes oncológicos porqué ellos todavía no [recibieron la vacuna], y tú sí”.
Despedida
“Voy a desconectar, no quiero saber nada más. Necesito proteger mi salud mental también”, destaca. Una salud mental que muchos médicos y sanitarios tratan de mantener mientras atienden a los pacientes en centros y hospitales al borde del colapso.
En su mensaje de despedida de las redes sociales, la enfermera lanza un inquietante “cuidaos y sálvese quien pueda”. Las muestras de apoyo se han sucedido sin parar y otros compañeros de profesión han suscrito sus palabras.