Cada verano, la crema de protección solar se convierte en un imprescindible en las perfumerías y grandes superficies de todo el país. Está demostrado que el sol, a pesar de ser un gran aliado (hace que el cuerpo pueda producir vitamina D), también puede llegar a ser cancerígeno si provoca quemaduras en la piel tras una larga exposición. Lo bueno, si breve, dos veces bueno, por lo que no hay que abusar de tomar el sol, pero también es importante proteger y cuidar la piel.

Y aquí entra en juego el aftersun, un producto muy popular que no solo hay que utilizar cuando ya se ha producido la quemadura, si no que las marcas que lo fabrican lo recomiendan siempre que se haya tenido exposición al sol, para rehidratar la piel y prevenir el envejecimiento. Pero, ¿realmente sirven de algo? ¿Tienen estos beneficios como las marcas de belleza tratan de hacer ver al consumidor? Hay muchos mitos y dudas en torno al aftersun, pero lo más curioso es que la propia naturaleza ofrece alternativas naturales.

Qué es el aftersun

Como su propio nombre indica, es el producto que se aplica en la piel después de la exposición al sol. Durante mucho tiempo, se utilizaba solo cuando existían quemaduras, pero ahora se promueve su uso incluso si no las hay. Su objetivo es rehidratar la piel y repararla, protegiéndola de los efectos del sol. El sol es uno de los factores que más pueden envejecer la piel si se toma sin precaución, aunque una pequeña exposición es buena (hace que el cuerpo fabrique vitamina D), nunca hay que abusar o exponerse a él sin protección.

Pero en este punto hay que tener un poco de cuidado y saber discernir entre qué aftersun es simplemente en un producto nacido por y para el marketing o cuál sí tiene los beneficios que se persiguen. Para que sea bueno, hay que fijarse que contenga ingredientes hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorios. Esta triple función es la que conseguirá el objetivo de hidratar y reparar la piel después de la acción del sol, además de calmarla en caso de que se produzcan las indeseadas quemaduras.

Composición

El aftersun elegido debe tener ingredientes que aporten hidratación y sean humectantes. Estos suelen tener una base de agua y es importante evitar las siliconas, ya que se ha demostrado que no son beneficiosas para la piel ni para el cabello. Los ingredientes antiinflamatorios también son interesantes para calmar la piel y repararla. Uno de los mejores para cosmética es el aloe vera, aunque no es imprescindible, suele estar presente en este tipo de productos cuyo objetivo es aliviar la piel.

Además, para lograr la reparación de la epidermis y también contribuir a frenar su envejecimiento prematuro, es interesante que cuenten con ingredientes antioxidantes, por ejemplo, extracto de té verde, cúrcuma o frutas que contengan vitaminas son muy interesantes para este tipo de productos enfocados al cuidado de la piel y que se deberían utilizar a diario, después de la ducha, independientemente de si hay quemaduras por el sol o no las hay, es un buen compañero de la piel si se escoge un producto con los ingredientes adecuados.

Una mujer aplicándose crema solar en la piel antes que el famoso aftersun / Skeeze EN PIXABAY

Alternativas naturales

Cada vez más personas están concienciadas de la importancia de utilizar productos de belleza con base en ingredientes naturales para maximizar sus beneficios y sobre todo lograr una mayor efectividad y cuidado personal. En el terreno de los aftersun, las clásicas fórmulas de laboratorio se pueden sustituir por algunos remedios caseros. El mejor parece ser el extracto de aloe vera, si se dispone de una planta en casa, el líquido de las ramas es uno de los mejores productos que se pueden aplicar sobre la piel.

También ciertos aceites esenciales suelen ser recomendados para el cuidado de la piel, ya que son humectantes e hidratan. Para calmar y aportar “frescor”, ciertas hortalizas, como el pepino. Más difícil de tener en la despensa pero con buenas propiedades es la manteca de karité, un excelente hidratante, o la rosa de mosqueta, ideal si está prensado en frío para reparar la piel rápidamente y recuperarla tras el daño que puede causar la exposición a los rayos del sol.