El servicio de inteligencia de los Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que el Covid-19 se originó en China, pero "no fue creado por el hombre o modificado genéticamente". Así lo afirman los expertos estadounidenses, que todavía buscan "determinar si la epidemia comenzó por un contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente de laboratorio en Wuhan".
La dirección de inteligencia lo ha transmitido mediante un comunicado en el que siguen poniendo el ojo de la investigación en la ciudad china en la que brotó el coronavirus e informan de que mantendrán los estudios hasta resolver todas las dudas que siguen abiertas.
Petición expresa de Trump
"La comunidad de inteligencia en su conjunto brinda constantemente un apoyo crucial a los líderes políticos y a los que luchan contra el virus que se originó en China", dijo la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) en un comunicado. Esta declaración se ha dado después de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no descartara reclamar una compensación a Pekín por la epidemia de coronavirus.
Según los medios estadounidenses, Trump acusó de que el Covid-19 había sido creado en un laboratorio ubicado de Wuhan, por lo que inició una investigación a cargo del secretario de estado Mike Pompeo para determinar el verdadero origen del virus. Con el comunicado del servicio de inteligencia, se desmonta la teoría del presidente.
Quiere demostrar su teoría
"No estamos contentos con China", dijo Trump el lunes. "No estamos contentos con toda la situación porque creemos que podrían haberla detenido desde su origen". "Podría haberse detenido con rapidez y no se habría propagado por todo el mundo", dijo en su conferencia de prensa diaria sobre la pandemia. "Hay muchas maneras en las que puedes hacer responsables a los chinos", afirmó Trump.
Unas palabras que demuestran el pensamiento de muchos americanos, dado que una reciente encuesta de Pew Research concluyó que un 29% de los habitantes de los Estados Unidos creen que el virus fue creado en un laboratorio, y el 23% de todos ellos considera que fue intencional. Solo un 6% piensa que --en caso de ser así-- fue accidental.