Así es la situación de las profesiones con contacto físico durante el Coronavirus
Dentistas, esteticienes, fisioterapeutas o tatuadores grandes afectados por esta crisis con un único deseo: seguridad
3 abril, 2020 17:34La crisis por el COVID-19 ha traído consigo un incierto panorama económico en España. Con la mayor parte de la actividad económica paralizada, muchos son los sectores que están siendo especialmente vulnerables a este momento. Las profesiones con contacto físico fueron las primeras en estar en el punto de mira, aunque la situación no ha evolucionado igual para todas ellas. Estos profesionales relacionados con el mundo de la fisioterapia, la odontología, la peluquería y los estudios de tatuajes explican cómo lo viven en primera persona.
Mientras unos ya han cesado su actividad hasta que la situación se regularice, otros piden que no se les considere actividad esencial para poder proteger su salud, la de sus pacientes y, por tanto, la del resto de la comunidad, en un intento por frenar la curva. Pero todos tienen algo en común: la situación económica es insostenible. Aprovechar este tiempo de parón obligatorio para continuar con la formación y reimpulsar su negocio a la vuelta es lo único que pueden hacer en estos momentos.
Fisioterapeutas
La profesión de los fisioterapeutas es una de las más afectadas en estos momentos de pandemia. Su actividad no está recogida como cese obligatorio y, por tanto, no pueden acceder a las ayudas como otros ciudadanos. Esto es precisamente lo que explica Rocío, de Armonía Centro Terapéutico (Aspe, Alicante), quien afirma que “esto tendrá un impacto devastador en los pequeños propietarios y autónomos”. En cuanto a la cuestión de cerrar o permanecer abierto, lo tiene claro.
“Pedimos al Ministerio de Sanidad una solución o rectificación que obligue al cierre de centros de fisioterapia”, explica. Ella, como otras tantas, ha decidido cerrar mientras dure el estado de alarma: “La mayoría de centros privados de fisioterapia hemos decidido cesar nuestra actividad debido a que no podemos mantener las medidas de seguridad que se nos exigen, poniéndonos en riesgo de contagio. Consideramos que, siendo sanitarios, a nivel ético y cívico es lo que nos corresponde hacer. Somos una profesión de contacto directo y por lo tanto un foco de transmisión y contagio”.
Dentistas
Una situación similar viven los dentistas. Son un servicio esencial, por lo que no pueden acceder a ningún tipo de ayuda económica. Sin embargo, el miedo por contagiar les está llevando a cerrar a muchas de las clínicas privadas del país. Es el caso de la Dra. Mahsa, de Citadental (Madrid), quien define la situación como "horrible" para el gremio de los dentistas. "No podemos atender a nuestros pacientes sin riesgo a contagio, dado que no contamos con EPIs. Hay desabastecimiento en todos los proveedores y el poco material que teníamos en las clínicas, por indicaciones del Ministro de Sanidad, los hemos ofrecido a los hospitales para poder salvar vidas".
En el caso de los dentistas, tal y como afirma la doctora, el riesgo es aún mayor al de otras profesiones con contacto, "debido a la distancia a la que trabajamos de la cabeza del paciente y el uso de maquinaria con aerosoles". El bienestar de los pacientes es la máxima prioridad para todo el colectivo del mundo de la salud y en su caso "llevamos cerrados ya más de dos semanas y hemos instaurado un sistema de consulta virtual, para poder atender a nuestros pacientes a distancia. Además, estamos organizándonos para ver cómo podemos atender a nuestras urgencias", señala Masha.
Centros de belleza
Los centros de belleza se consideraron un servicio esencial en un primer momento, pero finalmente se decretó su cierre, apenas unas horas después. También es una profesión de contacto y, por tanto, el riesgo de contagio también es elevado. Al igual que el resto de empresarios y autónomos, la situación económica no es favorecedora, aunque en este caso sí pueden acogerse a las mismas ayudas que el resto de las actividades económicas que también han tenido que bajar la persiana.
En este caso, solo queda la opción de aprovechar el tiempo en casa para regresar con una nueva oferta que se traduzca en una mayor demanda cuando vuelva la normalidad. Carla, de Bellezza10 (Motril, Granada), cuenta que lo mejor en estos casos es afrontar “nuevos retos profesionales desde casa para buscar nuevas vías de expansión: cursos online diarios sobre nutrición, técnicas de peluquería, formación sobre vanguardia, entre otros. También estamos trabajando las redes sociales, con vídeos y nuevo contenido para incrementar los seguidores”.
Estudios de tatuajes
Otra profesión de contacto poco mencionada en esta situación es la de los tatuadores. Tal y como explica Axel, de Inkside Tattoo (Ogíjares, Granada), “el nuestro es un tipo de negocio en el que de por sí se mantienen unas estrictas medidas higiénicas. El tatuador siempre usa mascarilla, guantes, desinfectante de manos y el espacio de trabajo se desinfecta entre cliente y cliente”. Antes de que se decretara el estado de alarma, ya tomaron algunas medidas, pero, al igual que otros, decidieron cerrar.
“Nuestro negocio no nos permite, una vez que estamos tatuando, respetar la distancia de un metro. Por tanto, era lo mejor para nosotros y para nuestros clientes”, afirma. La incertidumbre también forma parte de su nueva rutina: “Como muchos autónomos, ahora nos vemos en la incertidumbre de saber qué va a pasar después. Pero ante todo hay que ser conscientes y responsables con la situación. Nosotros nos quedamos en casa y luego ya se verá. Hemos donado guantes y mascarillas, que es lo único en lo que podemos contribuir”.