Cómo se va de una terminal a otra en el aeropuerto de El Prat

El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat pertenece a la red Aena y es uno de los más importantes en España. Tanto por extensión como por número de pasajeros, es el principal de Cataluña pero, además, se encuentra en muy buena posición en el cómputo nacional. Tras el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, El Prat es el segundo en España con mayor tráfico aéreo. Además, funciona como aeropuerto internacional y es un importante centro de conexiones entre América y Europa.

Este aeropuerto dispone de dos terminales de pasajeros, algo importante a tener en cuenta tanto cuando se va a planear una escala como para un billete individual, ya que las terminales no conectan entre sí y se debe conocer cuál es la asignada a cada vuelo, tanto para coger el vuelo como para pedir una recogida al llegar. Confundirse de terminal e ir con poco tiempo puede conllevar la pérdida del vuelo. La T1 y la T2 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat están perfectamente conectadas por transporte y es muy fácil cambiar de una a otra.

Cómo llegar en transporte público

Lo ideal para ahorrar tiempo es tomar directamente una línea de transporte que haga parada en las dos terminales. Así, si por ejemplo el autobús urbano llega solo a la T1, el pasajero se evitará tener que tomar otro autobús de tránsito hasta la T2. La mayoría de las líneas que conectan con el aeropuerto paran en ambas terminales, pero es interesante tenerlo en cuenta y comprobarlo bien, especialmente si se va con el tiempo algo justo, ya que las terminales no se encuentran juntas.

Una de las opciones más rápidas es tomar el metro. Hasta las dos terminales llega una sola línea, la línea L9. Viniendo desde Barcelona primero hace parada en la Terminal 2 y a continuación en la Terminal 1. Esta línea conecta con otras líneas del metro en las paradas de Collblanc, Zona Universitaria, Torrassa y Europa Fira. No son válidos ni los billetes individuales ni los bonos de varios viajes (T-10 o T-Casual), para ellos es necesario comprar un título adicional por valor de 5.15 euros. El tiempo entre ambas es de aproximadamente 5 minutos. No es posible cambiar de una a otra sin pagar.

Exteriores aeropuerto de Barcelona / Vlad Man en Pixabay

Cómo usar el bus lanzadera

Debido a que si alguien decide tomar el metro para cambiar de terminal tendría que abonar el suplemento mencionado (hay que pasar unos tornos al llegar al aeropuerto), es evidente que la opción de tomar el metro solo resulta interesante cuando se viaja desde la ciudad hasta el aeropuerto, pero no para moverse dentro de él. Si se necesita hacer una escala en el Aeropuerto del Prat y hay que cambiar de terminal, o incluso si el viajero se ha confundido al bajarse de parada y debe acudir a otra terminal, el bus lanzadera es la mejor opción.

Se trata de un servicio ofrecido de forma gratuita para los pasajeros de tránsito, aunque no es necesario enseñar una tarjeta de embarque por lo que, si por cualquier motivo se desea cambiar de terminal, el autobús hace la ruta sin mayor problema. Para ir desde la Terminal 1 a la Terminal 2 se toma en la P0 de Llegadas y deja al pasajero en la T2B P0 de Salidas o en T2C Vial Exterior. El tiempo de recorrido es de, aproximadamente, 10 minutos. En el sentido contrario, para ir de la Terminal 2 a la Terminal 1, el tiempo de recorrido es de 14 minutos, sale desde T2B P0 Salidas y T2C Vial Exterior y llega a la P3 Salidas.

¿Se puede ir andando?

No, o al menos no es lo recomendable, ni siquiera si se viaja con tiempo y teniendo en cuenta que existe la opción de un autobús lanzadera gratuito que en 10-15 minutos deja al pasajero en destino.

El interior de las terminales T2A, T2B y T2C sí están conectados, pero desde la T1 a la T2 el camino es totalmente independiente, atraviesa carretera y las separan, aproximadamente, 5 kilómetros. No es una buena idea tratar de ir andando de una terminal a otra, por lo que se recomienda siempre tomar algún tipo de transporte, ya sea lanzadera o taxi, en el caso de que se desee pagar y arañar un par de minutos al reloj.