La isla de Georgia del Sur, un territorio británico de ultramar situado en la zona subantártica del planeta, vuelve a tener ejemplares de ballena azul entre sus aguas. El cetáceo, que había desaparecido de la región, ha vuelto a ser visto por los científicos que observan su mar y han contado hasta 55 ejemplares del animal.
Una cifra que no se veía desde antes de la prohibición de matar ballenas, en 1966. Tal y como a declarado a la cadena británica BBC Trevor Branch, especialista en cetáceos de la Universidad de Washington (Estados Unidos), se trata de un hecho "verdaderamente increíble" e insólito, fruto de un censo llevado a cabo por la British Atlantic Survey.
La caza indiscriminada, la culpable
Si las ballenas azules son los animales más grandes que han vivido en nuestro planeta, la subespecie que vive en las aguas australes es la más grande de todas ellas, superando los treinta metros de longitud. Su población, antes de que comenzara la cacería a gran escala, también era la más numerosa, con unos 240.000 ejemplares. Pese a la prohibición de su caza, en 1966, en 1997 todavía se creía que sólo había unos 2.280 ejemplares vivos.
En cuanto a las ballenas azules, la caza indiscriminada hizo que, hace unos 50 años, sólo quedaran algunos cientos en la región antártica. Se calcula que, durante el siglo XX, se cazaron unas 360.000 ballenas azules en todo el mundo. Desde entonces, los científicos sólo tenían constancia de dos avistamientos de ballenas azules en Georgia del Sur y, desde 2007, un par más.
Una noticia muy positiva
Así pues, haber visto más de cincuenta en menos de un mes es simplemente extraordinario. A finales del siglo XIX y principios del XX, Georgia del Sur era uno de los centros de caza de ballenas más importantes del mundo. Solo en la isla se cazaron más de 30.000 ballenas azules entre 1904 y 1925 , haciendo que casi desaparecieran de la zona.
Su regreso es un síntoma más de la recuperación de todas las especies de ballena del hemisferio sur, que continúan aumentando de manera constante desde que se prohibió la caza, demostrando su efectividad a la hora de volver estos animales del límite de la extinción a pesar de todos los otros peligros que continúan amenazándolos.