Los amantes del trekking ha encontrado en Cataluña un espacio ideal. El origen semiótico de la palabra trekking nos habla de una actividad a pie que dura varios días, donde se accede a lugares a los que no es posible llegar en ningún tipo de vehículo y, además, se pernocta en tiendas de campaña o refugios. Se remonta a la ruta que llevaron a cabo los Boers hacia el interior de Sudáfrica. Sin embargo, ese término ha degenerado y abarca el excursionismo, el senderismo y el propio trekking.
En este sentido, para cualquiera de sus significados, Cataluña ofrece itinerarios que cumplen varias expectativas. Desde grandes rutas de montaña que necesitan material específico para la nieve, hasta trayectos costeros donde el bosque y el mar se funden a lo largo del recorrido. Cabe destacar que Cataluña prioriza la experiencia de las personas que optan por este tipo de deportes ofreciendo rutas muy cuidadas y perfectamente señalizadas, siempre manteniendo el espíritu del trekking.
Por qué elegir Cataluña
La versatilidad es el elemento más destacable que ofrece Cataluña. Para todos los turistas que año tras año acuden en busca de lugares nuevos para practicar este deporte, la región suele satisfacer todo tipo de necesidades. El nivel físico o de conocimiento del trekking tampoco es un problema, puesto que desde las instituciones se facilita una gran cantidad de servicios enfocados a potenciar esta experiencia. Además, el cuidado medioambiental está por encima de cualquier otro elemento, evitando que la huella de los transeúntes quede patente.
Los gustos no importan porque playa y montaña tienen cabida en Cataluña. Tanto la cordillera pirenaica como la Costa Brava cuentan con una amplitud de rutas que permiten conocer cada uno de estos lugares. Evidentemente, el desnivel o la dificultad están más presentes en los itinerarios de montaña, donde también influye negativamente el factor climático a la hora de pernoctar en tienda de campaña o refugio. Asimismo los trayectos costeros suelen tener mejores alojamientos, pero están más masificados.
Conocer los Pirineos a pie
Sin lugar a dudas es el mejor modo de sentir la naturaleza y disfrutar de esta cordillera. El Pirineo Catalán se distingue por los lagos que en él residen y para visitar gran parte de ellos, el destino elegido será el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Mauci. Este paraje es perfecto para principiantes e intermedios en el trekking. Ofrece rutas como Planell de Aigüestortes, Lago Long y Lago Redó que prácticamente no tienen desnivel y cuya belleza paisajística es fantástica.
Por otro lado, introduciéndonos en el trekking auténtico, la ruta 3mils es un recorrido muy exigente, dividido en etapas, en el que se coronan todas las cumbres de 3.000 metros situadas dentro de Cataluña. Está diseñada para realizarse en 10 etapas de unas 6 horas cada día. En total, 125 kilómetros que discurren entre el Cerro de Molières y el Pico Redondo de Canalbona. En este caso, será necesario recurrir a los refugios de montaña habilitados para pasar la noche o contar con unas condiciones climáticas que permitan dormir en tienda de campaña.
Rutas costeras
Aquí la dureza de los grandes desniveles y las bajas temperaturas queda a un lado para disfrutar de la fusión entre el bosque y el mar que ofrece la Costa Brava. El trekking en Cataluña tiene salida a la costa y, además, se adapta a todos los niveles. La ruta más larga, que es necesario hacer por etapas, es la que va desde Sant Feliu de Guíxols hasta Palamós. Más conocido como Camí de Ronda, es un trayecto de cerca de 140 kilómetros, dividido en ocho etapas, que visita las principales playas y pueblos de la Costa Brava.
Para aquellos que busquen conocer este territorio a menor escala, desde varios pueblos costeros emergen rutas hacia el interior y miradores donde contemplar el océano. Un ejemplo de ello es la que discurre entre Quermany Gors - Petit - Minas - Riera de Quermany, un trayecto donde coronar alguna cumbre, conocer unas antiguas minas de arcilla y contemplar el litoral de Pals.
De pueblo en pueblo
Para amantes de la cultura catalana, las localidades de interior también están conectadas a través de caminos donde es posible conocer pueblo a pueblo las costumbres y tradiciones de esta región. En este caso, el itinerario cuenta con menos belleza paisajística, que va de la mano de un desnivel y una dificultad menos pronunciados. A pesar de esto, es una opción excepcional para unir el trekking con la multiculturalidad.
De todas las rutas posibles emerge el Camino de Santiago catalán o Camí de Sant Jaume. Este gran trayecto de más de 1000 kilómetros, hasta Santiago de Compostela, tiene diferentes inicios. Parte del Monasterio de Monserrat y pasa por las provincias de Barcelona y Lleida recorriendo los pueblos más significativos de la tradición católica.