Por norma general, cuando se piensa en limpiar una cocina la tenencia es imaginar fogones, platos, cubertería, ollas y sartenes. Pero nunca se cae en aquello que más se usa y más gérmenes puede llegar a acumular: los trapos, estropajos y bayetas. Algo que usamos sin parar hasta que huelen mal, imaginando que se limpian solos al usarse.
Limpiar correctamente los trapos, concretamente, es más complicado de lo que pensamos. Es cierto, pues existen de muchas clases. Elaborados con algodón, fibra sintética, microfibra, papel absorbente... distintos materiales, pero todos terminan sucios. Y a pesar de lavarlos a conciencia, muchas veces vemos que siguen desprendiendo muy mal olor. Pero con cuatro sencillos trucos, esto se puede acabar.
Amoniaco
Debemos colocar todos los trapos de cocina en un barreño con unas gotas de amoniaco y dejar reposar unas horas hasta que se empapen y suelten la suciedad.
Tras esto, hay que meterlos en la lavadora. Lo recomendable es hacer un lavado únicamente con los trapos, sin mezclar con otra ropa, y sin usar suavizante.
Lavavajillas
Otra buena forma de lavarlos es aprovechar las altas temperaturas de nuestro lavavajillas. Con ello, lograremos la "limpieza y desinfección total".
Lo único a tener en cuenta es la forma de colocarlos, ya que pueden engancharse con los raíles y las aspas que tiran el agua...
Agua hirviendo
Es lo ideal para que salga la suciedad más incrustada y no deja de ser una de las técnicas más utilizadas. El agua hirviendo es el "remedio de la abuela". Para ello, hay que hacer hervir agua --en una olla, por ejemplo--.
Posteriormente, se vierte en un barreño con un poco de detergente y lejía --se puede hacer en la misma olla-- y se meten los trapos dentro. Una vez se enfríe, aclaramos los trapos con agua limpia y los secamos, ya sea en exterior o en la secadora.
Vinagre
El vinagre está muy recomendado para eliminar los malos olores y actúa como un desinfectante natural. Es el remedio perfecto, muy agresivo con las bacterias pero no para las telas.
Parecido al agua hirviendo, hay que calentar el agua con un buen chorro de vinagre y dejar reposar hasta que enfríe. Luego, se aclara con agua limpia y se deja secar.
Consejos prácticos
Además de unas buenas técnicas de limpieza, debemos darle buen uso a los trapos.
- Lo ideal es tener diferentes trapos para diferentes casos: uno para secar la encimera, otro para nuestras manos, etc.
- Hay que lavarse las manos antes de secárselas con un trapo.
- Las bayetas se pueden usar siempre que sea necesario, pero se deben enjuagar con agua al terminar.
- No se deben hacer bolitas con los trapos. Al terminar su suso, hay que colgarlos o estirarlos para que se sequen bien.
- Tiende los trapos a la luz del sol cuando esta sea directa. Las manchas de frutas o verduras se irán por arte de magia.
Generalmente, con la limpieza diaria podríamos tener una cocina impoluta y apta para cocinar nuestros alimentos. Sin embargo, es conveniente desinfectar con productos más agresivos y fuertes las superficies, trapos y tablas de cortar para que no enfermemos por culpa de los gérmenes.