El hecho de que la pasta se trate de un plato tan cotidiano provoca que en ocasiones no reparamos en los errores que cometemos a la hora de cocinarla pero que causarían la indignación de un italiano.
Aprovechar el agua
Uno de los principales errores es tirar el agua con el que hemos hervido la pasta. Sin embargo, se trata de una verdadera joya debido al almidón que contiene por lo que lo mejor es aprovecharla para usarla en la salsa de acompañamiento. Esto se debe hacer en una sartén a fuego muy lento y dejando que pasta, salsa y agua se mezclen durante unos minutos hasta que se espese.
No a la pasta blanda
A la hora de darle textura y que la pasta quede realmente al dente, se deben seguir unos pasos. El primero es removerla constantemente mientras hierve. Asimismo, es importante sacarla un poco dura todavía de la olla para dejar que se termine de hacer en la sartén junto a la salsa.
Sazonar bien
Otro punto que no se puede obviar es el del sabor y para ello la clave está en sazonar. Es importante cocinar la pasta en una olla grande y añadirle al menos un par de puñados generosos de sal, al tiempo que hay que añadirle una pizca más a la salsa. Otra alternativa para no abusar es aplicar pimienta y otras especias potenciadoras del sabor.
Pasta de calidad
Pero para que la pasta sea una verdadera delicia hay que empezar por el principio y este no es otro que la compra de la materia prima. Aunque últimamente se ha puesto de moda la pasta fresca en los supermercados, no todo lo que hay en las neveras lo es y lo mejor es hacerla casera. Asimismo, las marcas italianas suelen tener bastante calidad.
La carbonara, sin nata
En cuanto a la salsa, una de las más comunes es la carbonara. No obstante, a pesar de que se ha popularizado la receta que incluye nata, no se trata del plato original. La verdadera carbonara es una mezcla de queso pecorino, parmesano o grana padano con yema de huevo.