El cáncer de ovario es el sexto más frecuente entre las mujeres, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Solo en España se diagnostican unos 3.300 casos anuales, el 5,1% de los cánceres en mujeres, y la mayoría se diagnostican entre los 50 y los 75 años. Pero es a partir de los 30 cuando se detecta un número significativo de tumores.
Desde los años 60 se aprecia un ascenso lento pero constante de la enfermedad, con una incidencia en nuestro país que se puede considerar alta. Según datos de la AECC, cada año, en España, se dan cerca de 10 casos de cáncer de ovarios por cada 100.000 habitantes. Y mueren por el mismo unas 1.900 mujeres. Con una edad media de 68 años, esta cifra supone el 5% del total de muertes por cáncer.
Síntomas del cáncer
Los ovarios, que tienen aproximadamente el tamaño de una almendra, son los encargados de producir los óvulos y determinadas hormonas en el aparato reproductor de la mujer. Resulta muy difícil detectar el cáncer de ovario porque los síntomas no se presentan hasta que el tumor ya ha avanzado.
Generalmente produce síntomas vagos como dolor abdominal, sensación de hinchazón, náuseas, sensación de peso en la pelvis, hemorragias vaginales, cambios de peso, períodos menstruales anormales, dolor de espalda o crecimiento excesivo del vello.
Causas y remedios
A pesar de ser, aún, un serio desconocido, se sabe que hasta el 20% de los tumores pueden deberse a factores genéticos heredados. Por ejemplo, tener una mutación en los genes BRCA1 y BRCA2, así como un historial familiar de cáncer de mama, ovario, endometrio o colon aumenta el riesgo de padecer cáncer de ovario. Otros factores de riesgo son el exceso de peso, el tabaquismo, no haber estado nunca embarazada o haber recibido terapia hormonal sustitutiva en la menopausia.
Los estudios señalan que tomar anticonceptivos disminuye el riesgo de este tipo de cáncer, al igual que la lactancia o haber tenido hijos también parece ejercer cierta protección frente a la enfermedad.
Tipos de cáncer
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, el carcinoma epitelial representa el 85% de los cánceres de ovario. Mucho más infrecuentes son los tumores de células germinales, que suelen diagnosticarse en las mujeres más jóvenes, pero también los que mejor responden a los tratamientos.
Hasta el 75% de los casos se detectan en fases avanzadas debido a los síntomas inespecíficos que presenta y a que actualmente no hay ningún método eficaz que facilite el diagnóstico precoz. Otras pruebas frecuentes, como las citologías, se utilizan para descartar un posible tumor en el cuello del útero, pero no sirven para detectar el cáncer de ovario.
El tratamiento
En la actualidad también se están utilizando con buenos resultados tratamientos más dirigidos, como los biológicos, aunque la cirugía suele ser el primer paso en este tipo de tumores. En muchos casos, puede implicar la extirpación de ambos ovarios, las trompas de Falopio, el útero u otras estructuras en el abdomen. Si el cáncer estaba en sus primeras etapas, la intervención quirúrgica puede ser suficiente.
A menudo la quimioterapia a base de platinos y taxanos se utiliza después de pasar por el quirófano para tratar cualquier resto de células malignas o ante posibles recaídas.