El microondas se ha convertido en uno de los grandes aliados en la cocina. Su fórmula de utilización, a base de ondas de radio de alta frecuencia, permite calentar en pocos minutos las partículas de agua y otras sustancias que se encuentran en comidas y bebidas, lo que acelera en gran medida tareas como, por ejemplo, hacer el desayuno.
Sin embargo, este pequeño electrodoméstico que ocupa un espacio en la gran mayoría de los hogares españoles puede servir para mucho más que para subir la temperatura a comidas precocinadas.
1. Esterilizar frascos de conservas
La fórmula más conocida para esterilizar pequeños objetos es la de hervir agua en un recipiente e introducir dicho elemento en ella. ¿Y por qué no hacerlo con el microondas? Ello ahorrará tiempo y también gran cantidad del líquido elemento.
En el caso de los frascos de cristal usados para conservar alimentos, el procedimiento no se extenderá más allá de un par o tres de minutos. Es tan sencillo como retirar la tapa del bote, vertir don o tres dedos de agua y meterlo en el microondas --recordamos: sin su tapa-- hasta que hierva. Cuando el proceso se complete, estará completamente libres de gérmenes.
2. Desinfectar objetos de cocina
Otro de los usos sanitaros con los que puede ser útil el microondas es la desinfección de estropajos --tercer recordatorio: ¡Que no sean de metal!--, esponjas y trapos de cocina. Y lo mejor de esto es que no es necesario ningún tipo de producto químico ni quitagrasas, que suele corroer a largo plazo estos objetos y dañan el ph de la piel. El procedimiento no necesita ninguna preparación: simplemente consiste en introducirlos durante varios minutos en el electrodoméstico, a máxima potencia. La alta temperatura generada acabará con todas las bacterias.
¿Y qué decir de las tablas de madera que se utilizan para cortar los alimentos? También éstas pueden ser desinfectadas en solo un minuto gracias al microondas. En este caso, primero debe restregarse un limón por su superficie, meterla en el electrodoméstico durante 60 segundos y... Voilà! Tabla libre de gérmenes.
3. Alargar la vida del rimel
La máscara de pestañas se seca y crea grumos con gran facilidad y ello lleva a que gran parte de este producto de belleza se desperdicie y acabe en la basura. Sin embargo, con el microondas puede alargarse su vida útil de forma sencilla.
El pequeño bote debe introducirse en el microondas en un vaso de agua. Con que se caliente durante unos 30 segundos será suficiente para que la pasta de su interior se deshaga y quede tan líquida como el día en el que fue comprado. Eso sí (lo repetiremos por última vez): hay que asegurarse antes de que el bote es de plástico y no de metal.
4. Crear una manta de calor casera
Las contracturas musculares suelen calmarse, en muchas ocasiones, con botellas de agua caliente y mantas eléctricas. Pero una toalla caliente puede realizar el mismo efecto sin tener que gastar dinero en nuevos objetos.
Para tener una compresa de calor al instante basta con humedecer sutilmente una toalla, enrollarla e introducirla en el microondas durante un minuto o menos. Es mejor quedarse corto que pasarse con la temperatura, que en este último caso podría quemar la piel al retirarla del aparato o al ponerla sobre la zona dolorida.
5. Exprimir los cítricos al 100%
Para aprovechar hasta el final el zumo de naranjas y limones solo hay que meterlos durante unos 20 segundos dentro del microondas a máxima potencia.
Este truco hace que la piel de los cítricos se desprenda muy fácil, lo que ayuda tanto a exprimirlos posteriormente como a aprovechar el 100% del jugo de estas frutas.