¿Qué hacer para evitar que se empañen los cristales del coche?

Temperaturas que rozan los cero grados, nieve en las calles, suelos helados y vientos gélidos. Son imágenes típicas del invierno en gran parte de Europa, al igual que la de los cristales empañados en los coches.

Los conductores deben tener mucha precaución, ya que circular con los cristales empañados puede ocasionar accidentes. Para ganar en confort y en seguridad, desde Seat ofrecen algunos consejos a tener en cuenta cuando hay que enfrentarse a las bajas temperaturas habituales de estos días.

¿Cómo acabar con el vaho?

El contraste entre la baja temperatura exterior y una más alta dentro del vehículo provoca que se empañen los cristales. Cuando suceda esto el procedimiento a seguir es subir la temperatura del aire acondicionado al máximo y orientar los difusores hacia la luna y los cristales.

Uno de los comportamientos habituales en invierno es ponerse al volante con un exceso de abrigo. Guantes, chaquetas y bufandas suelen dificultar la libertad de movimientos, comprometiendo la seguridad. Los expertos recomiendan utilizar guantes únicamente en casos excepcionales cuando las bajas temperaturas disminuyan la sensibilidad de las manos al conducir.

¿Cuál es la temperatura ideal?

La temperatura de confort, la ideal para viajar, es de 21,5 grados. La opción Auto de climatización que incluyen muchos vehículos sirve precisamente para regular de forma automática la temperatura del habitáculo. “Activándola se logra un reparto homogéneo: la mitad del aire caliente sale por los pies a unos 40 grados y se enfría cuando llega a la cabeza, para que nos mantengamos más despejados al volante”, explican los expertos de Seat. “De hecho, conducir con calor extremo en la parte superior del cuerpo puede provocar somnolencia. Y es que circular a 35 grados es similar a hacerlo con una tasa de alcoholemia de 0,5 g/l”.

Algunos modelos de coches disponen también de asientos calefactables, una buena alternativa para que los pasajeros se aclimaten, entrando en calor en el menor tiempo posible. Este sistema, que proporciona calidez de forma uniforme en apenas tres minutos, debe ser activado justo al subir al vehículo y regular su uso según el ambiente se vaya aclimatando, evitando utilizarlos de forma prolongada a alta temperatura.

Calor sin costes adicionales

Conviene recordar también que la calefacción no consume carburante ni agua extra. La explicación es que “el agua caliente del motor se usa para la climatización y vuelve al motor a una temperatura caliente pero mucho más baja de lo que salió, por lo que en realidad se podría considerar que ayuda al radiador del motor”.