Estamos acostumbrados a buscar los restaurantes más espectaculares, esos en los que sirven los platos más deliciosos y apetecibles. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde proceden los alimentos con los que están cocinados? Si el pescado y el marisco es tu pasión, Cataluña es un buen lugar para viajar y saciar esa curiosidad.
Con más de un centenar de kilómetros de litoral bañados por el Mediterráneo, es fácil de entender por qué los municipios de la costa catalana tienen una relación tan estrecha con el mar. La pesca es una de las actividades económicas principales en muchos pueblos y ciudades del Maresme, el Barcelonès, el Baix Llobregat y el Garraf. No hay más que acercarse a cualquiera de las lonjas donde se subastan los frutos del mar para comprobarlo.
Lonjas de Vilanova i la Geltrú y de Arenys de Mar
Desde BCN+ recomiendan a todos los amantes del pescado y del marisco visitar la lonja de Vilanova i la Geltrú, algo que califican como “una experiencia única”. Su flota pesquera es muy conocida por la calidad y la diversidad de sus capturas, “especialmente por las gambas rojas, las cigalas y las cañadillas que sacan cada día del agua”. La mayoría de los compradores que acuden a la lonja son profesionales, pero cualquier persona puede asistir como público a las dos subastas diarias que se organizan entre semana y disfrutar del espectáculo desde el palco.
Subasta de pescado en la lonja de Arenys de Mar / BCN+
La lonja de Arenys de Mar es otra de las opciones recomendadas. Es la muestra más evidente de la larga tradición marinera del municipio y también la prueba de que una gastronomía de nivel sólo se consigue con ingredientes de primera. “Desde la tribuna de visitantes de la lonja podrás vivir en directo la subasta de pescado y apreciar los famosos calamares que protagonizan las cartas de los restaurantes de la zona. Cocinados a la plancha con verduritas, rellenos con carne picada o rehogados con ajo y cebolla, ¡están deliciosos!”, relatan.
Subastas de pescado en Montgat
De lunes a viernes en la playa de Montgat tiene lugar una de las subastas de pescado más dignas de ver de toda la región. Se realiza al aire libre, directamente sobre la arena; empieza a la una de la tarde “con las capturas de los pescadores locales repartidas en bandejas de mimbre y un subastador que canta a viva voz el precio de salida de cada una de las canastas”.
El importe va bajando con rapidez hasta que alguno de los compradores exclama "¡Mío!" y detiene la subasta. “En media hora ya no queda ningún cesto y los participantes se van a casa con una bolsa de pescado fresco y una sonrisa amplia”, desvelan.