Báscula / PIXABAY

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Curiosidades

Cómo sobrevivir a los kilos extra de las vacaciones de verano

Los días de relax en la playa y el bufé de los hoteles son los grandes peligros de las vacaciones. ¿Es posible volver a casa sin haber engordado demasiado?

5 julio, 2018 16:41

El verano está lleno de placeres, muchos de ellos para el paladar y la mayoría cargados de contraindicaciones para la forma física. Aperitivos que se convierten en almuerzos, cafés que derivan en tapeo, actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables…

Sobrevivir a estos maravillosos momentos y evitar esos kilos de más de las vacaciones de erano es posible. Pero sólo si prestamos atención a estos errores a evitar que nos cuenta Alejandro Cánovas, nutricionista del hotel Barceló Montecastillo.

Confundir sed con hambre

En verano nos deshidratamos con mucha más facilidad y más del 30% de las personas cometen el error de confundir la sed con hambre. ¿Cómo diferenciarlo? Es muy sencillo: “Bebe un vaso grande de agua y espera cinco minutos. Si la sensación vuelve escoge un snack saludable, como por ejemplo unas nueces. La mayoría de las veces de trata de una mezcla de ambas sensaciones”, recomienda el nutricionista.

También podemos comer mucha fruta, pero no descontroladamente. No hay que olvidar que contiene azúcares, por lo que no se recomienda comer más de cuatro o cinco piezas al día, aunque depende de la condición y ejercicio físico personal. Lo ideal es consumir cuatro piezas de fruta diaria: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer.

Refrescos light como bebida social

Es verdad que este tipo de bebidas reducen significativamente el aporte de calorías, pero hay que dejar de pensar que por tomarlas nos estamos cuidando, “ya que no hacen una contribución nutricional positiva al organismo. Es mucho más beneficioso inclinarse por bebidas como el zumo de tomate, que tiene muy pocas calorías y aporta nutrientes”, apunta Cánovas.

Cerveza / PIXABAY

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Sin embargo, en contra de lo que muchos pueden pensar, no es necesario renunciar a la cerveza fresquita. De hecho muchas investigaciones han demostrado que el consumo de cerveza sin alcohol tiene numerosos beneficios, entre ellos el de estimular la producción de ‘colesterol bueno’, que previene la formación de depósitos de grasa en las arterias y disminuye el riesgo de padecer infarto en corazón y cerebro. Además contiene antioxidantes que frenan el envejecimiento y deterioro de las células del organismo.

Saltarse la cena

Haber comido algo a media tarde no debería implicar saltarse una comida principal como es la cena, aunque sí hay que adaptarla, reduciendo proporcionalmente el grupo de alimentos que se haya tomado durante el picoteo.

Y mucho ojo con llamar ensalada a cualquier comida que incluya lechuga porque eso no reduce automáticamente su aporte calórico. “Debemos tener cuidado con ingredientes como el queso de cabra, el exceso de frutos secos, los crutones de pan o las salsas, ya que convierten las ensaladas en platos hipercalóricos”, avisa el nutricionista del hotel Barceló Montecastillo.