Tras el beso robado a Jennifer Hermoso, han trascendido las presiones que Luís Rubiales hizo a la jugadora para quitarle importancia a un asunto que ha provocado una tormenta mediática, social y política. Gracias al portal Relevo se sabe que el presidente de la Federación española pidió a Jenni Hermoso durante el vuelo de regreso a España que compareciera con él explicando lo que había ocurrido durante la entrega de premios de Sídney tras el triunfo por 1-0 ante Inglaterra. "Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo", le dijo Rubiales a Jenni Hermoso.
Rubiales en el vuelo hacia Madrid tuvo conocimiento de la repercusión de lo ocurrido y de las críticas del ministro de Cultura, Miquel Iceta. Entonces se acercó a la jugadora con la mayor discreción posible para pedirle que le ayudara. Le dijo que estaba su puesto en juego y que si ella se pronunciaba iba a disminuir la importancia que se le estaba dando a esto...".
Presiones a la familia de la jugadora
Ante la negativa de la jugadora, el técnico de la selección española, Jorge Vilda, intentó presionar a la familia de Jenni para que la "convencieran de hacer lo correcto "pero tampoco tuvo éxito. La futbolista quería enfocarse en hablar exclusivamente sobre el logro alcanzado por España en el torneo.
La polémica va más allá, pues la Federación emitió un comunicado en el que atribuyen a la futbolista declaraciones que nunca hizo. En ellas se aseguraba que se trataba de un gesto de aprecio mutuo entre amigos. El escrito fue redactado por el departamento de comunicación de la Federación.