Existe una localidad en la provincia de Valladolid que lleva el honor de ser la primera Villa del Libro de España. Se trata de Urueña donde dando un paseo por sus calles se puede comprobar cómo hay más librerías que bares; y eso ya es decir en un país que es (según el Instituto Nacional de Estadísticas) la nación con más bares y restaurantes por persona de todo el mundo.
Una máxima que no se repite en esta localidad que no supera los 190 habitantes y la que se une otro municipio con el mismo gusto por los libros, pero en este caso en la provincia de Gerona. Aquí se encuentra Calonge, todo un paraíso para los amantes de la lectura y que se encuentra en plena Costa Brava.
Villa del Libro
En el caso de esta localidad catalana, si se compara con la castellana, su censo es mucho mayor ya que se aceca a los 10.000 habitantes. Vecinos que tienen la suerte de haber asistido hace relativamente poco a la apertura e inauguración de siete librerías a la vez, con lo que se acaba de convertir en la primera Villa del Libro permanente de Cataluña y en la segunda de España después de Urueña.
Algunos antiguos negocios del municipio que cerraron, como han sido una tetería, una farmacia o una antigua carpintería, han vuelto a abrir sus puertas para dar cobijo a cientos de libros. Todo ello forma parte de una iniciativa y proyecto cultural con el que buscan convertir a la esta localidad ampurdanesa en un rincón donde las letras sean las absolutas protagonistas. Una apuesta, por parte del Ayuntamiento de Calonge, para dar vida al turismo cultural de libros y dinamizar la economía de un municipio que hasta este mes de diciembre no tenía ni una sola librería.
Los nuevos negocios
Calonge Còmics, Rals Llibres, Llibooks, Libelista Calonge, La Viatgeria, Cocollona y la Llibreria Orient son los siete negocios, todos centrados en publicaciones destinadas a diferentes públicos y edades, que forman parte de esta particular red cultural y comercial. Establecimientos que se ubican en locales del centro histórico de la villa que llevaban años cerrados sin albergar ningún tipo de actividad económica y que han sido cedidos por el consistorio de Calonge.
Además de esta facilidad en forma de infraestructura, estos nuevos emprendedores que respondieron a la llamada del Ayuntamiento para unirse a esta propuesta cultural, entran dentro de los 10.000 euros de subvención que se les ha otorgado a cada uno de los responsables de estas nuevas librerías ya abiertas. Una ayuda que se suma a los incentivos fiscales que recibirán para poder facilitar y mantener la consolidación de estos nuevos negocios alrededor del mundo de los libros.
Calonge, pueblo de libros
Este es el nombre que recibe este proyecto para el cual se han seleccionado estas sietes propuestas entre las 70 que se recibieron para formar parte de esta insólita iniciativa. Un programa con la idea no solo de dar a conocer las bondades de los libros y la lectura, sino servir de escenario con la intención de fomentar en la localidad la llegada de un turismo cultural, sostenible y de calidad que pudiera revitalizar el centro del pueblo. Algo similar a lo que desde hace años se realiza en esa localidad vallisoletana, así como en países como Reino Unido, Francia o Noruega.
Pero no hace falta irse tan lejos. Todo aquel que se acerque hasta esta zona de Girona podrá seguir la ruta que se ha preparado por el centro del pueblo para ir descubriendo estos establecimientos y los proyectos detrás de cada una de ellas: desde un espacio para los libros sobre ocultismo, pasando por lo mejor del mundo del cómic, la literatura infantil o el espacio vinculado a la plataforma digital Libelista. Esta última aglutina los catálogos de 170 librerías de toda la península.
El placer de leer
Ya no solo por la excusa de visitar esta localidad del Ampurdán y servir para la revitalización económica de la misma. Adentrarse entre las páginas de los cientos de libros que se venden en estos comercios es adentrarse en los placeres y beneficios que trae la lectura. Así, dedicar unos minutos a diario a devorar estas historias permite mejorar la inteligencia emocional del lector, desarrollar un mayor vocabulario y enriquecer el conocimiento cultural.
A esto se añaden otros aspectos positivos como servir, sobre todo en el caso de los más pequeños, para dar alas a la imaginación o bien como método de relajación. No hay nada más placentero que olvidarse del teléfono móvil y de la televisión, abrir un buen libro y desconectar por unos instantes del mundo que queda más allá de esas páginas.