Imagen del sarcófago que cubre el reactor nuclear que explotó en Chernóbil / EFE

Imagen del sarcófago que cubre el reactor nuclear que explotó en Chernóbil / EFE

Creación

Científicos han creado vodka con agua y grano de la zona de exclusión de Chernóbil

La Universidad de Portsmouth insiste en que consumir la marca ‘Atomik’ no provoca ningún efecto negativo para la salud

9 agosto, 2019 14:31

Chernóbil está de moda. La laureada serie de HBO puso de nuevo el desastre nuclear en el mapa de la actualidad y sus consecuencias no se han limitado a la explosión del turismo en la zona. Los científicos de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) han lanzado al mercado una marca de vodka producida de forma artesana con agua y grano que proviene de la zona de exclusión de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin.

Lo comercializan bajo la marca Atomik y aseguran que su consumo no implica ningún daño a la salud. Su presentación al gran público llega tras una investigación que se ha prolongado durante tres años y ha involucrado a científicos ingleses en colaboración con otros de la Universidad de Ucrania.

Investigación científica

El estudio tenía como objetivo comprobar cómo se transfiere la radiación latente a los cultivos en los más de 20 kilómetros a la redonda de la central que explotó en 1986 que se han mantenido durante casi 30 años. De hecho, hace casi una década que se empezó a analizar si era posible recuperar los campos que se obligaron a abandonar tras la explosión por la contaminación nuclear.

Los efectos negativos aún no se han disipado 33 años después de las fatídicas pruebas de resistencia del reactor. Los investigadores mantienen que aún no se pueden consumir cultivos que salen de la zona cero de Chernóbil, pero sí que se pueden manipular para conseguir anularlos. Esto es lo que se pretende demostrar con la fabricación de vodka.

Proceso de destilado

En la producción de Atomik se usó alcohol destilado con agua mineral que provenía de una acuífero situado a 10 kilómetros al sur del reactor. El grano que se usó en el proceso tenía trazas de radioactividad, pero los científicos aseguran que durante la producción se ha neutralizado. Mantienen que las impurezas han llegado a niveles indetectables.

Además, los impulsores de la iniciativa han dado con un fin solidario. El 75% de los beneficios que obtengan de la venta del vodka se destinarán a los afectados por la catástrofe nuclear que, 33 años después del accidente, aún sufren las consecuencias. El destilado de Chernóbil ya está en el mercado.