Probamos Flipper Zero, el tamagochi que convierte a cualquiera en un 'hacker'

Apagar una televisión, clonar la tarjeta del banco o abrir la puerta del párking. Todo al alcance de la mano. Literalmente. Crónica Global ha probado Flipper Zero, el pequeño dispositivo de hackeo que arrasa en TikTok y emula a un tamagochi. Incluso en el toque retro del delfín-mascota que se regodea en la pantalla tras cada proeza del usuario.

A grandes rasgos, este aparato memoriza y replica frecuencias como los infrarrojos usados en electrodomésticos o la tecnología NFC aplicada a las tarjetas de crédito. Pero también reproduce los protocolos de radio de los mandos de vehículos, la señal de un llavero electrónico RFID y el protocolo iButton empleado en muchos sistemas de acceso.

Chisme personalizable

Todo ello sin que el usuario posea el más mínimo conocimiento técnico. Un ejemplo es lo fácil que resulta apagar un televisor expuesto en un comercio. En este caso, en la herramienta se carga previamente una base de datos con multitud de productos, marcas y modelos de dispositivos, uno de los cuales coincide con la tele que se quiere dejar a oscuras.

Basta con activar la frecuencia que coincide con la tipología y el fabricante del monitor seleccionado. Si se memorizan los pasos de esta maniobra, ni siquiera se requiere llevar el aparato en la mano para ejecutar la acción. Con solo apuntar hacia el objetivo desde el anonimato del bolsillo se consigue el resultado.

Más que un juguete

Hay que resaltar que Flipper Zero es un gadget de código abierto. Es decir, cada usuario puede almacenar en el chisme las frecuencias que quiera en función de sus necesidades. Esto lo convierte en una especie de paspartú que, si bien está pensado para ayudar a los especialistas en ciberseguridad, también puede usarse con fines nada benéficos.

Ejemplo: el dispositivo es capaz de replicar determinadas tarjetas de crédito que carecen de seguridad robusta. Pese a que no revela el código de valor de verificación o CVV, sí escanea los guarismos con solo ponerse encima del rectángulo de PVC.

No es infalible

El tamagochi también puede crear duplicados de llaves de hotel, tarjetas de acceso a la oficina y puertas de garaje. Precisamente, este medio ha ensayado este último caso con la contribución de un propietario que permitió copiar la frecuencia de su llave. Siempre que una cerradura esté digitalizada, se podrá reventar.

El catálogo de hardware vulnerable es muy amplio, aunque el ciberdelfín no siempre acierta. Hay señales que no es capaz de interceptar porque el fabricante o el usuario han implementado barreras más fuertes. Pero otras sí: como la tapa de los puertos de carga de los Tesla.

¿Hay que preocuparse?

Flipper Zero no es una maquinita 100% rupturista, pero sus prestaciones superan las de precedentes como pwnagochi. Su antena tiene un alcance de 50 metros y su batería garantiza 30 días de autonomía. Además, su interior contiene un conjunto de componentes perfectamente ensamblados que proporcionan por separado acceso a distintas gamas de frecuencias.

Sumado a su propuesta gamificada y a un precio relativamente asequible de 169 dólares, se entiende el furor desatado por la herramienta. Llegados a este punto, ¿hay que preocuparse? Si bien los creadores del proyecto reivindican sus beneficios para el testeo de dispositivos digitales, otras voces alertan sobre el empleo malintencionado de esta llave maestra. El tiempo dirá si este delfín ha venido para hacernos reír o para hacernos llorar.