Una mezcla de moda y tecnología en la China Fashion Week

Una mezcla de moda y tecnología en la China Fashion Week Efe

Vida tecky

La industria de la moda, la avanzadilla de una digitalización que engorda los márgenes

  • Mientras la inteligencia artificial revoluciona el diseño de ropa, la mayoría de marcas amplían sus beneficios
  • La subida de precios, la fuerte demanda, el cierre de las tiendas menos rentables y las cajas de autocobro son algunas de las claves
29 marzo, 2024 00:00

Noticias relacionadas

La industria de la moda se encuentra en la cúspide de una revolución digital que no sólo está transformando el diseño de ropa a través de la inteligencia artificial (IA), sino que también está redefiniendo las estrategias de negocio para ampliar los márgenes de beneficio. La subida de precios, la fuerte demanda, el cierre de las tiendas menos rentables y las cajas de autocobro son algunas de las claves que están marcando las nuevas reglas del juego del sector.

Todo ello implica un aumento de la rentabilidad en buena parte de las empresas textiles. Aunque algunas compañías, como H&M o Venca, han protagonizado un repliegue al no haberse sabido adaptar a las nuevas realidades del mercado, Inditex, Mango y la mayoría de marcas han logrado disparar sus beneficios hasta cifras récord. Un incremento en la rentabilidad basado en vender menos pero más caro, un modelo no sólo más rentable, sino más sostenible que el fast fashion, aunque suscita críticas hacia los empresarios, que capitalizan las ganancias en detrimiento del trabajador y el consumidor.

"Ha hecho mella"

Neus Soler, profesora de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), reflexiona sobre el impacto de la IA en la creatividad humana: “Más que sustituir, es complementar, una ayuda”, afirma, y añade que “la mejor forma de ser sostenible es no producir tanto”. Considera que la IA se presenta como una "herramienta" que potencia la creatividad del diseñador, permitiendo una mayor diferenciación en un mercado donde muchas marcas tienden a homogeneizarse.

Isabel Flores, responsable de Comercio Textil de la Federación de Servicios de CCOO Catalunya, destaca la adaptación al mercado digital como un factor clave para el crecimiento: “La digitalización también ha hecho mella, tienes que adaptarte a las circunstancias”. Inditex es un ejemplo de adaptación temprana, con una presencia online en constante crecimiento y la implementación de cajas de autocobro para enfrentar los desafíos de un comercio menos predecible.

Menos personal

A pesar de las ventajas que ofrece el rápido avance tecnológico en el sector, la sindicalista recuerda que, a la hora de trabajar, estos procesos son "siempre en perjuicio de la gente mayor". Además, lamenta que "las tiendas no tienen el personal que tenían antes, no hay empresa donde no haya menos personal". Algo que "ocurre en todo el comercio, no solamente en la moda", ya que "a veces la máquina sustituye a las personas".

Por su parte, Eva Sirera, responsable de innovación tecnológica de Desigual, subraya la importancia del diseñador en el proceso creativo: “El diseñador sigue teniendo un papel central, la IA es una herramienta que le potencia”, subraya. La innovación tecnológica y la colaboración con startups son aspectos que Desigual ha integrado para mantenerse a la vanguardia de un sector en constante evolución.

¿Quién sale ganando?

La sostenibilidad se ha convertido en una estrategia esencial para las marcas que buscan diferenciarse de la competencia. La producción consciente y la calidad sobre la cantidad son tendencias que responden a un mercado cada vez más exigente en términos de responsabilidad ambiental y social.

El cierre de tiendas menos rentables se ha visto como una medida necesaria para algunas marcas, mientras que las cajas de autocobro y la reducción de personal en las tiendas son reflejo de una era donde la tecnología juega un papel fundamental en la experiencia de compra. Una innovación que busca optimizar los procesos y mejorar la eficiencia operativa, pero que también conlleva riesgos y plantea el debate pendiente sobre el reparto de las ganancias que genera este incremento en la productividad.