Google trabaja en una inteligencia artificial que podría desarrollar nuevos medicamentos en menos de una décima parte del tiempo que necesitan los científicos humanos. A través de su programa Deepmind, el gigante tecnológico californiano espera acelerar el proceso de descubrimiento de fármacos, que podría pasar del periodo medio actual de diez años a solo unos meses.
Este es el gran potencial de Alphafold, un modelo de inteligencia artificial que ha explicado Demis Hassabis, consejero delegado de Google Deepmind, en una conferencia en el Mobile de Barcelona. Todo empezó con la experimentación con nuevas proteínas, y procesos que solían demorarse varios años al estar en manos de los investigadores científicos, se dejaban en manos del programa durante un año.
Miles de posibles usos
Este tipo de algoritmos, como Alphafold en el caso de Google, han demostrado capacidades en el diseño de fármacos, hasta el punto de reflejarse en “grandes acuerdos” protagonizados por farmacéuticas como Novartis o Lilly. Por otro lado, Hassabis ha predicho que habrá avances destacables en los próximos años en lo que respecta a la planificación, la memoria o el uso de herramientas.
El ejecutivo también ha hablado del potencial de las AGI, inteligencias artificiales generales, sistemas que pueden imitar habilidades comunicativas humanas. El representante de Google ha afirmado que, a menudo, la mejor manera para comprobar sus potencialidades es probar estos sistemas en "miles y miles de tareas para ver si rinde en esas tareas".
ChatGPT sorprendió a la industria
Hassabis ha recordado que, en 2010, "nadie sabía hacer estos sistemas de aprendizaje a ninguna escala significativa". Una de las vías usadas en la tecnológica estadounidense para probar estos modelos ha sido la de los juegos, en particular el go, que a diferencia del ajedrez, todavía no había sido crackeado o descifrado por una máquina autónoma.
El directivo también ha reconocido la labor de sus rivales de OpenAI, desarrolladores del omnipresente ChatGPT, a quienes ha reconocido la virtud de escalar tecnologías que ya existían y servírselas al consumidor en un momento en que la industria todavía pensaba que quedaban dos para un lanzamiento comercial. "Aunque los sistemas tuviesen fallos, OpenAI los puso ahí y millones de personas le han sabido encontrar valor a su uso", ha reconocido.