La T-Mobilitat ha sufrido un nuevo tropiezo, esta vez con los usuarios de iPhone. El proyecto para que los abonos de transporte público en Cataluña tengan como soporte una tarjeta contactless y, de paso reordenar el sistema tarifario en la región, acumula años de retraso: desde que Londres empezó a usar las tarjetas de plástico recargables Oyster en 1992, otras ciudades han ido incorporando sistemas más avanzados en su movilidad urbana, pero la capital catalana ha quedado rezagada.
Mientras tanto, Barcelona empezaba a experimentar con las tarjetas de banda magnética -introducidas en 1990 y extendidas durante los Juegos Olímpicos del 92- que se siguen usando a día de hoy con algunas modificaciones. Ya en los años 80, se había creado un espacio de publicidad en los títulos, que permitía sufragar parte de los costes de impresión y abaratar el servicio.
También Cataluña soñaba con superar el cartón igual que el resto de ciudades europeas y, hace 11 años, se prometió una novedosa T-Mobilitat que no empezó a implantarse, con retraso, hasta 2022.
Afecta a dos de cada ocho
En la cadena de retrasos y problemas técnicos que ha sufrido el gran proyecto de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) -integrada por la Generalitat, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), el Ayuntamiento de Barcelona y otros consistorios barceloneses-, quienes se han llevado la peor parte son los usuarios de iOS, que son aproximadamente dos de cada diez personas con móvil: entre un 16 y un 21%, frente a casi el 80% que usa smartphones Android.
Actualmente, hay tres maneras para disfrutar la T-Mobilitat: comprar una tarjeta de plástico por 4,50 euros, precio que no incluye el abono de transporte, que debe ser cargado aparte; una tarjeta de cartón por 50 céntimos; o incorporarla al móvil, en caso de que el dispositivo esté equipado con sistema operativo Android y un chip NFC. Se espera que algún día la nueva tarjeta funcione como un mecanismo de cobro personalizado según el uso del transporte, pero ahora es un mero soporte para comprar los títulos existentes, como la T-Casual o la T-Jove.
Cambios inminentes en iOS
Esta última solo se puede adquirir si se dispone de una T-Mobilitat. Como ventaja, ofrece a los viajeros jóvenes un precio reducido y, además, les permite circular por todas las seis zonas de forma ilimitada a través del Metro de Barcelona, los autobuses de TMB y metropolitanos, Ferrocarriles de la Generalitat (FGC), Tram y Rodalies, aunque no en todos los trenes de Renfe. En otras palabras, con la nueva T-Jove se puede viajar de Barcelona a Caldes de Malavella (Girona) o Sant Vicenç de Calders (Tarragona) siempre que el tren sea de Rodalies y no de otras modalidades de Renfe, en particular de Media Distancia, en cuyo caso no se puede realizar el desplazamiento aunque la distancia sea la misma.
En cualquier caso, los catalanes dueños de un iPhone no pueden optar a tener su T-Jove o título para familias numerosas en su móvil, sino que deben pagar 4,50 euros más que los que tienen un Android para poder cargarlos en una tarjeta física de plástico. El motivo es que el nuevo sistema de transporte catalán se basa en tecnología NFC y Apple ha sido hasta ahora muy estricto con dejar a aplicaciones de terceros que usen estos chips, aunque la marca de la manzana ha anunciado que prevé flexibilizar estas restricciones con la actualización del sistema iOS 17.4, que se lanzará en marzo.
Llegará "este año"
Este cambio de circunstancias abre la puerta a la llegada de la T-Mobilitat a los iPhones, siempre que se desarrolle la tecnología necesaria desde la ATM. La versión beta del nuevo sistema operativo, que permite a las aplicaciones usar las tecnologías sin contacto y NFC, ya está disponible para que puedan probarla usuarios y empresas. De hecho, los responsables de su implantación aseguran que 2024 será el año en que finalmente los fieles de Apple tengan acceso en igualdad de condiciones a la T-Mobilitat.
Fuentes cercanas a la ATM aseguran que en el consorcio se confía en que la T-Mobilitat llegue a iPhone "este año". De momento, las únicas señales que hay de esta futura incorporación son las tres aplicaciones ya disponibles en la App Store de los iPhone: TMB App, T-Mobilitat, y FGC T-Mobilitat. Estas dos últimas tienen como función casi exclusiva adquirir, gestionar y validar los abonos de transporte desde iOS, algo que a día de hoy resulta imposible, de modo que los usuarios han suspendido a ambas con una puntuación de 1,5 sobre cinco.
Quejas en las redes
"TMB es un operador que decidió desarrollar una aplicación de T-Mobilitat para ellos, así como también lo hizo Ferrocarrils", indican las mismas fuentes, que añaden que "también hay una app propia de la ATM para la T-Mobilitat". A la espera de que se solucionen estos problemas técnicos, algunos viajeros han acudido a las redes sociales para quejarse de la situación; incluso ha aparecido una cuenta de denuncia, @t_mobilitat_ios, que reivindica el fin de esta discriminación tecnológica.
Por su parte, TMB, que en tanto que operadora de transporte es una de las comercializadoras de los títulos, también ha preparado su web para cuando pueda vender los abonos de la T-Mobilitat para iPhone. Diversas imágenes de la página muestran un dispositivo Apple para promocionar el sistema, aunque en el texto se especifica que solo está disponible para terminales Android equipados con NFC.
Licitación millonaria
Hay al menos dos licitaciones públicas de la Consejería de Territorio en marcha que podrían ayudar a superar esta barrera: ambas suman algo más de dos millones de euros y están relacionadas con la integración tarifaria del "proyecto T-Mobcat". Una de ellas contempla la "libertad de utilizar diferentes soportes para el acceso al transportes de dispositivos móviles NFC (Android e iOS)" y también "tarjetas financieras EMV ampliable a otros tipos de tokens en el futuro, por ejemplo códigos QR".