Honor ha presentado hoy en el MWC de Barcelona sus nuevos smartphones, el Magic 4 (que se venderá por 899 euros) y el Magic 4 Pro (1.099 euros). En una clara apuesta por la potencia gráfica, el fabricante asiático ha incorporado a su dispositivo una cámara ultraancha con cinco objetivos --más dos frontales-- y una pantalla de alta definición HDR 10 Plus, con una resolución de 2848x1312 píxeles.
La pantalla Flex OLED, de 6,8 pulgadas, cuenta con una tasa de refresco de 120 Hz y 360 Hz de respuesta táctil. Asimismo, la marca promete “vídeos de mejor calidad” para reproducir series y contenido y ha mejorado la frecuencia de 30 fotogramas por segundo a 60.
50 megapíxeles
Además, la firma asiática ha desarrollado un motor de imagen y una plataforma computacional de fotografía que considera “la mejor solución de imagen” para su cámara, otro de los puntos estrella de la nueva gama. El Magic 4 Pro cuenta con una cámara de 50 megapíxeles y un teleobjetivo de 64 megapíxeles con capacidad para un zoom de 100x.
Previa a la presentación del producto / CG
El dispositivo también ha sido equipado con una cámara frontal 3D para desbloqueo facial y una segunda cámara frontal de 12 megapíxeles para hacer selfies. Como procesador, la compañía ha elegido el sistema Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, el mismo que ha anunciado hoy Realme para sus nuevos smartphones.
Guiño a los 'gamers'
Todo ello da como resultado un hardware preparado para ofrecer buenos gráficos en funcionalidades como la reproducción de vídeos o el gaming. Para videojuegos móviles, el nuevo modelo ofrece hasta 50,5 fotogramas por segundo, lo que supone una mejora de seis fotogramas con respecto al anterior modelo, pero con dos grados menos de calentamiento del sistema. En el mismo evento, la marca también ha lanzado en Europa la actualización de su modelo plegable, el Honor Magic V, ya anunciada en China, con una nueva versión con más potencia y una cámara de 50 megapíxeles.
Honor cuenta con tecnología desarrollada por Huawei, compañía de la que se separó el año pasado, cuando fue vendida por el gigante tecnológico a una empresa pública china en pleno pulso con las autoridades estadounidenses. Un choque que restringió el acceso por parte de Huawei a distribuidores de componentes de EEUU, así como a funcionalidades de compañías clave en el sector como Google, un veto que Honor ha podido sortear tras la escisión.