Día histórico para las criptomonedas. El debut bursátil de Coinbase en el Nasdaq supone la consagración del ecosistema digital de divisas al máximo nivel institucional. Y no solo por la entrada de la plataforma de venta de criptoactivos en el índice tecnológico estadounidense, sino también por el mensaje de confianza que lanza tanto a los reguladores como a los inversores.
Luz Parrondo, directora del posgrado en Blockchain de la Barcelona School of Management, comparte esta impresión: "La salida a bolsa del mayor exchanger de criptomonedas sin duda ayuda a la normalización de este sector y a una mayor aceptación del pequeño inversor. Le da mayor seguridad de que existe una regulación y que no es algo oscuro fuera de control". Covadonga Fernández, directora del Observatorio Blockchain, coincide: "Este paso significa poner la cultura, el ecosistema y la tecnología de las criptomonedas ante el espejo de los poderes económicos y la sociedad".
Referente internacional
Pero antes de realizar esta maniobra, Coinbase se ha labrado a fondo una trayectoria que le ha posibilitado pegar el salto al Nasdaq. Como explica Francesc Manrubia, director financiero de Bitbase, la firma "siempre ha sido un referente a la hora de facilitar la compraventa de criptoactivos a nivel mundial". "Ha sabido abarcar todos los agentes del mercado, desde el pequeño consumidor a grandes instituciones. Además, ha sido pionera en presentar soluciones web y móvil adaptadas a las necesidades de mercado", añade.
Los datos son elocuentes. Actualmente, la empresa cuenta con más de 56 millones de usuarios, 7.000 instituciones y 115.000 socios en más de cien países, dando a la plataforma un entorno óptimo para intercambiar 12 activos distintos. Parrondo añade a la ecuación las garantías en ciberseguridad: "Después de múltiples casos de hackeos, Coinbase se ha posicionado como una de las plataformas más seguras".
Previsiones doradas
Las previsiones no pueden ser más halagüeñas. Se calcula que el intercambiador rebasará este miércoles los 100.000 millones de dólares en valoración --mayor que otros operadores inmensos como Intercontinental Exchange, dueño de la bolsa de Nueva York-- y venderá, según sus propias estimaciones, 114,9 millones de acciones de forma directa al público. Sin embargo, algunos expertos llaman a la calma: "Hacer vaticinios sobre cómo pueden reaccionar los pequeños o grandes inversores es muy aventurado. ¿Cuál es el valor tecnológico de la firma? Es decir, ¿por qué ha logrado adquirir este tamaño Coinbase?", se pregunta Fernández.
Además, la tecnológica fundada en 2012 por Brian Armstrong y Fred Ehrsam no ha recurrido a ninguna entidad financiera como mediadora para cotizar en bolsa. Ha preferido recurrir a una oferta pública inicial (IPO, por sus siglas en inglés) para comercializar sus acciones directamente a los tenedores. Este procedimiento fue utilizado anteriormente por otras compañías como Spotify y Slack.
'Rally' alcista
El efecto sobre la capitalización de las principales criptodivisas no se ha hecho esperar. Al cierre del pasado martes, los principales valores del mercado se habían disparado hasta alcanzar máximos históricos.
El Bitcoin superó por momentos los 63.000 dólares --un aumento diario cercano al 5%--; Ethereum, los 2.300 dólares --6,65% de subida en 24 horas--; y Ripple, 1,78 dólares, una cantidad ínfima excepto si se tiene en cuenta que supone un incremento del 30% en un único día. El impulso de la operación de Coinbase se ha hecho notar en todo el ecosistema cripto, generando un nivel de fluctuaciones pocas veces visto según los expertos consultados.
España se queda atrás
Más allá de esta rally alcista, ¿qué probabilidades hay de que un estreno así se repita en el parqué español? Fernández y Parrondo alejan este escenario ya que consideran que no existe ninguna alternativa nacional similar a Coinbase. Las principales competidoras de la plataforma americana de negociación son ahora mismo Liquid (con sede en Tokio), Gemini (Nueva York), Binance (Hong Kong), Bitstamp (Luxemburgo y Londres), Kraken (San Francisco), BitMEX (Seychelles), eToro (Londres) y Bitpanda (Viena).
"Sinceramente, creo que en España el factor regulatorio es lo que va a provocar que se demore más en el tiempo este tipo de acción. Estoy convencido de que no estamos a años luz, quizás sí un poco por detrás de un país como EEUU. Pero no tardaremos en ver cómo sucede algo similar", expone Manrubia. En cualquier caso, el mercado se mueve. S&P Dow Jones anunció en diciembre que lanzaría un índice de criptomonedas este 2021 y los reguladores de todo Occidente están cada vez más presionados para dar cauce a este ecosistema floreciente a medio camino entre las finanzas y la tecnología. El movimiento de Coinbase presiona en esta dirección.