El último año ha dejado huella por los confinamientos domiciliarios que se han impuesto en la mayoría de los países. Y las restricciones han afectado a la manera de relacionarse de los ciudadanos. Un estudio de OnePlus revela que durante los meses de encierro los jóvenes españoles se sintieron muy enganchados a sus teléfonos móviles y, en algunos casos, incluso valoraban más este dispositivo que otros aspectos de sus vidas.
En concreto, cuatro de cada diez españoles (43%) confesaron que preferían renunciar a cualquier bebida alcohólica --como cerveza, vino, copas--, así como a los aperitivos o chocolate antes que quedarse sin su móvil. Sin embargo, hay otras prioridades que no cambian. Sólo un 6% de los jóvenes encuestados renunciaría al sexo y un 3% a dejar de lado a su mejor amigo por un smartphone.
La nomofobia, un pánico en aumento
En Europa, según OnePlus, siete de cada diez personas reconocen que han aumentado el uso del teléfono móvil en los meses más duros de la pandemia. La nomofobia, el miedo irracional a permanecer un intervalo de tiempo sin el teléfono móvil, es algo que han experimentado muchos ciudadanos en 2020. En este sentido, los británicos (32%) y españoles (30%) son los europeos que más sufren este miedo.
Casi la mitad de los jóvenes de España recurren a móviles de familiares o amigos cuando tienen batería baja y la desesperación, ante la posibilidad de que el teléfono se apague, les lleva muchas veces a buscar bares y restaurantes para cargar estos dispositvos o lanzarse a la desesperada ante cualquier enchufe disponible.