La generalización del teletrabajo ha provocado un incremento de las brechas de seguridad en las empresas españolas. Según un estudio elaborado por Kingston, un 23% de las compañías han sufrido más fallos de seguridad tras los cambios en los centros de trabajo. En concreto, un 7% ha detectado más de cinco brechas de ciberseguridad durante el último año.
"En un momento en el que las empresas han tenido sus puertas cerradas, la información ha pasado de estar centralizada en una única ubicación a transportarse a infinidad de puntos de acceso", explica Pedro González, desarrollador de negocio en Kingston. Este auge de la movilidad de datos está detrás de las situaciones de riesgo afrontadas por las corporaciones.
Una asignatura pendiente
Las organizaciones tienen ante sí el reto de optimizar la seguridad de sus datos móviles. Y las medidas deben empezar en casa. La principal preocupación de las empresas son las filtraciones involuntarias realizadas por los propios empleados (un 60%). Por detrás se encuentra el robo de información mediante ataques informáticos (58%) y la pérdida de dispositivos desprotegidos (53%).
Sin embargo, estas cifras contrastan con la escasez de protocolos de actuación ante las amenazas virtuales. Casi una de cada cuatro empresas afirma no contar con una estrategia de seguridad de datos móviles y el 12% no ha implementado medidas de protección adicionales por el teletrabajo.
Falta más inversión
Además, un 44% de las empresas no utiliza equipos cifrados y casi una de cada cinco no emplea ninguna herramienta de seguridad en sus dispositivos. Para remediar esta situación, Kingston propone un aumento de la inversión en seguridad.
La investigación del fabricante de productos de memoria señala que casi el 80% de las empresas dedica un 7% (o menos) del presupuesto del departamento tecnológico para apuntalar sus muros digitales. El estudio concluye que sin incrementar los recursos destinados a este objetivo las corporaciones seguirán siendo presa fácil para los ataques cibernéticos.