Los usuarios temen, cada vez más, los ataques no sólo de phishing o a través de algún software, sino también los que tienen que ver con el propio teléfono o dispositivo. El móvil es como un tesoro en el que se almacena y se guarda información muy valiosa y, por ello, es tan importante tenerla a salvo incluso si alguien ajeno se apodera del terminal.
Por ello, Samsung ha creado una protección extra en su último teléfono insignia. Se trata, como la propia firma ha señalado, de un pocesador seguro que garantiza la protección de los datos del usuario incluso contra ataques avanzados de hardware.
Ataques de hardware
Los hackers no sólo intentan apoderarse de nuestra información vía email o SMS. También pueden manipular componentes, a través de ataques físicos, provocar errores de hardware, mediante ataques de fallo, o analizar el calor y las emisiones electromagnéticas, ataques de canal lateral, para violar la seguridad de los smartphones. Estos ataques ocurren cuando el ciberdelincuente se apodera físicamente del dispositivo.
Pero, ante este tipo de amenazas, el Samsung Galaxy S20 cuenta con un chip físico que proporciona un espacio aislado para proteger los datos confidenciales en el dispositivo. Además de la codificación continua y el cifrado de datos confidenciales, este procesador seguro emplea un escudo físico para proteger el dispositivo contra manipulaciones físicas.
Mayor protección
El componente también puede detectar cambios inválidos de voltaje o temperatura y está equipado con algoritmos de seguridad para frustrar los ataques de canal lateral. El chip evita que los atacantes accedan al código PIN, el patrón o la contraseña de la pantalla de bloqueo y puede procesar claves privadas de blockchain, que son similares a las contraseñas bancarias para carteras de criptomonedas.