Quino Fernández es un ingeniero con varios años de experiencia en el sector tecnológico y el mundo del emprendimiento. Estuvo cinco años trabajando en Apple España como responsable de tecnología y decidió dejar la firma de la manzana mordida, a mediados de los 90, para crear su primera empresa.
Fernández bromea en que era emprendedor cuando todavía no aparecía esa palabra en los medios, ya que, por aquel entonces, decidió crear una agencia interactiva bautizada como Briefing --con Tomás García, también exdirectivo de Apple España, y Lali Oms, publicitaria que había trabajado para Servicom--. Desarrolló, junto con sus socios, las primeras páginas web de grandes empresas como Aguas de Barcelona, el Grupo Planeta y La Caixa. Pero llegó "enseguida", como él mismo confiesa, una oferta de compra. "Vendimos la empresa después de tres años a Aguas de Barcelona" y tocó embarcarse en otra aventura.
Piedras en el camino
Sin embargo, no todos los proyectos que ha arrancado Fernández han triunfado, ni han sido comprados por grandes corporaciones. "También perdí dinero emprendiendo. Me pasó con una cadena de cibercafés que al final no triunfó, aunque llegó a tener unas 20 franquicias en España", explica a Crónica Global.
Fernández ha fundado a lo largo de su vida varias compañías --lleva desde el año 94 haciéndolo--, con algunos casos perecederos y otros más perennes. De hecho, creó otra agencia de publicidad, esta vez más tradicional, con el nombre de Won, cuyo corazón todavía sigue palpitando desde Barcelona, aunque ya no está vinculado a ella.
Āticco workers testimonials / YOUTUBE
Inmersión en el mundo de las startups
De la mano de otro emprendedor, Carlos Blanco, Fernández se metió de lleno en el mundo de las startups con el programa de mentoría de Conector, la aceleradora que había creado Blanco en 2013. Después, en 2018, se involucró todavía más en el proyecto como CEO.
"Habré asesorado a unas 10 o 12 startups, pero habrán pasado más de 100 por la aceleradora desde que me nombraron CEO en Conector. Yo siempre he tenido cierta tendencia a ayudar al emprendedor más necesitado. Recuerdo que Glovo nació en Conector y, en ese momento, no me pareció interesante, menos mal que David Tomás estaba en la aceleradora y tuvo más olfato que yo", asegura Fernández.
Otra etapa con Aticco
Según este veterano emprendedor, hay varios ingredientes para triunfar en el mundo de las startups. "El más importante es el momento, después el equipo y el tercero es el producto", matiza. Y, con eso en mente, ha decidido, una vez más, asumir un nuevo reto, esta vez con Aticco, la startup catalana de espacios enfocados en el coworking.
"Creo que se pueden hacer muchas más cosas que programas de aceleración y es lo que me gustaría conseguir con AticcoLab", explica. Fernández quiere, por un lado, contar con programas de aceleración propios, pero también impulsar la innovación abierta, es decir, innovar colaborando con el ecosistema, y crear un club de mentores que no sólo ayuden a los emprendedores, sino que también se relacionen entre sí. "La idea es crear un laboratorio en el mundo emprendedor. Queremos experimentar con startups y corporaciones", detalla.
Una red de mentores
La oficina de Fernández se encontrará en uno de los coworking de Aticco, pero las startups que formen parte de este laboratorio podrán usar toda la red de la compañía. La convocatoria del primer programa de aceleración de AticcoLab está abierta a todo tipo de proyectos hasta finales de julio. En septiembre se celebrará una Pitch Competition y el programa de aceleración --en el que está previsto que participen en torno a ocho empresas-- empezará en octubre.
"Ofreceremos cinco meses de asesoramiento para que, al final, las startups seleccionadas puedan presentar sus proyectos a varios inversores. Nos gustaría impulsar económicamente a todas las compañías, pero de momento damos un premio de 10.000 euros a la startup ganadora de la Pitch Competition. La idea del programa es intentar que crezcan todas y depurar sus productos", matiza Fernández. El club de mentores de AticcoLab ya supera los 40 miembros, aunque podría alcanzar el centener cuando arranque el programa de aceleración. Por ahora, Fernández capitanea solo este barco, sin embargo la idea es que también pueda contar con dos o tres personas más en su equipo. Tiempo al tiempo.