Ha tenido 14 empresas, lo que lo convierte en un emprendedor en mayúsculas. Miguel Ángel del Pino tiene 39 años y es el fundador de la app BR Bars & Restaurants. Del Pino comenzó a desarrollar esta solución en 2017 y el año pasado cerró una ronda de financiación de un millón de euros, de la mano de la Corporación Dmanan, liderada por la familia gallega Chousa.
Hasta que se anunciaron las fases de la desescalada, esta app funcionaba en un centenar de locales. Sin embargo, el interés por esta solución ha crecido, y mucho, a raíz de la situación actual y con la apertura --aunque parcial-- de los bares y restaurantes a la vuelta de la esquina.
Una solución para evitar el contacto
Su funcionamiento es muy fácil. El usuario se la descarga y puede buscar un establecimiento, ver el menú y elegir lo que quiere para que se lo lleven a su domicilio --delivery-- o ir recogerlo --take away--. Pero, a diferencia de otros servicios, esta app también puede usarse físicamente en el local para evitar el contacto en esta era de la distancia social.
“En el servicio en el local, el usuario ve un código QR en su mesa, lo escanea a través de la app y a partir de ahí accede al menú, pide y paga, sin necesidad de que el camarero se acerque varias veces a la mesa o tenga que usar el datáfono. Es una opción fácil, segura y sin contacto”, matiza Del Pino.
Una cuota mensual
En palabras de su propio fundador, esta aplicación móvil es una solución para esa digitalización in extremis que necesitan ahora muchos bares y restaurantes españoles. “Lo que antes se podía ver como una recomendación, ahora es una necesidad ligada a la seguridad del cliente y del empresario”, subraya Del Pino.
Otra diferencia, a parte del servicio en mesa, de BR con respecto a otras apps es que el pago que realiza el cliente va directamente a la caja del local, al momento, sin cobrar ninguna comisión por los pedidos. Los restauradores, eso sí, tienen que pagar una cuota para formar parte de la plataforma. “Cobramos una cuota única por el servicio, asegurando que el personal no corre riesgos y el cliente o comensal no espera más de lo necesario. De esta manera, potenciamos también la rotación de mesas que será muy importante con las limitaciones de aforo que se han marcado”, señala Del Pino.
Los precios de esas cuotas fijas varían desde los 15 euros al mes por el servicio take away y asociarse a la plataforma y de unos 50 euros mensuales --el precio habitual es de 99,90 euros, pero ahora se ha bajado para ayudar a los hosteleros-- por el pack completo que incluye el delivery, el take away y el servicio en el local.
Conversaciones con grandes cadenas
Los 100 restaurantes que, hasta ahora, funcionaban con la app se repartían entre Madrid, Sevilla, Valencia y Girona. “Pero ahora hemos recibido peticiones de empresas de toda España. Estamos en conversaciones con algunas cadenas de restauración, como La Mafia, y empresarios de la talla de Kike Sarasola. En Barcelona, por ejemplo, hemos hablado con la cadena Vapiano y también estamos en contacto con grandes marcas de bebidas que nos quieren acercar a sus clientes”, explica el impulsor de BR.
Para Del Pino, esta crisis ha abierto un nuevo horizonte y la mente de muchos empresarios en un sector que él mismo califica de “prehistórico”. “Las empresas tecnológicas son ahora vitales para crecer y tener un modelo de negocio que sea asequible”, concluye.