Una carta sin tapujos. Así ha sido la amarga despedida de uno de los vicepresidentes de Amazon que llevaba más de cinco años en la compañía. Tim Bray, ingeniero y vicepresidente en Amazon Web Services, ha dicho adiós al gigante del e-commerce. ¿El motivo? Su oposición a la decisión de la empresa de despedir a varios empleados activistas.
“El 1 de mayo fue mi último día en Amazon Web Services. Renuncié consternado ante el despido de denunciantes que habían hecho ruido sobre la preocupación de los empleados de almacén, asustados por el Covid-19”, ha detallado el propio Bray en un blog.
Seis trabajadores despedidos
Los hechos ocurrieron hace unas semanas. Amazon despedía a seis trabajadores, cuatro de ellos empleados de almacén, tras mostrar preocupación por su seguridad en tiempos de pandemia. Según la compañía, el despido estaba justificado porque estos trabajadores habían roto varios protocolos internos de Amazon.
Sin embargo, Bray no opina lo mismo y ve injusta la decisión. “Los trabajadores alertaron sobre una desinformación, desprotección y miedo por el Covid-19", asegura.
Denunciar irregularidades
¿Y qué hizo la empresa frente a esas quejas y denuncias? "Las declaraciones oficiales fueron que se estaban tomando todas las precauciones de seguridad posibles. Pero después Amazon despidió a un trabajador que se estaba organizando para mejorar las condiciones de seguridad. Después, los trabajadores del almacén respondieron promoviendo internamente una petición y organizando una videollamada para el jueves 16 de abril con trabajadores de almacenes de todo el mundo y con la activista invitada Naomi Klein. Emily Cunningham y Maren Costa, dos líderes visibles de este movimiento, fueron despedidos en el acto ese día. Y, para cualquier observador razonable, estaba claro que fueron procesados por denunciar irregularidades. La gerencia podría haberse opuesto al evento o exigir que se excluyera a personas externas o cualquier otra cosa. Hubo mucho tiempo. En cambio, simplemente despidieron a los activistas”, subraya el ya ex vicepresidente.
Bray incluso insiste en poner nombre y apellidos a las personas que, a su parecer, fueron tratadas de forma injusta por la empresa: Courtney Bowden, Gerald Bryson, Maren Costa, Emily Cunningham, Bashir Mohammed y Chris Smalls. “Estoy seguro de que es una coincidencia que cada uno de ellos sea una persona de color, una mujer o ambos. El despido de estos denunciantes es una evidencia de la toxicidad por la que atraviesa la cultura de la empresa. Y yo no elijo ni servir ni beber ese veneno”, matiza.